domingo, 20 de noviembre de 2011

APOLLO 18



Debo reconocer que de un tiempo a esta parte me suelo quejar bastante de las pelis cámara en mano que copian con mayor o menor suerte a El proyecto de la bruja de Blair, este es otro claro ejemplo de que este sub-sub-subgénero dentro del terror está ya llegando a su fin.




Debería empezar diciendo que le agradezco el intento de meternos miedo al señor Gonzalo López Gallego pero en un film tan irregular es difícil, primero, que llegue a conectar con los personajes, cosa que no pasa en ningún momento, de hecho debo admitir que tardé casi 15 minutos en saber como se llamaba cada uno; y la segunda razón por la que este film es bastante irregular es porque la historia no llega y es porque la historia no tiene garra ni emociona lo más mínimo.

Ojito, que no es una mala película, tiene una historia de terror espacial muy original pero que pincha y de que manera en lo que al guión y al desarrollo se refiere. Tiene esta película subtramas de conspiraciones políticas que dan mucho pero que mucho juego, nada explotadas; hay relaciones familiares que, aunque no las soporto dan bastante juego, nada explotado; hay bichejos espaciales ¿de dónde vienen? ¿cómo son? ¿a dónde van? ¿a quíen cojones le importa? debe pensar Gonzalo López Gallego, nada, pero nada explotado.




A esta película le falta currarse mucho las cosas, porque ya está todo esto en este género de cámara en mano, los espectadores nos las sabemos todas, que la cámara va despacito, pues se acerca un sustaco; que enfocan de cerca a un personaje, sustaco que te crío y cosas así. López Gallego, que no es un director muy sólido, sus films siempre palidecen por el tema de la irregularidad y por no saber entrar a saco en la historia que cuenta, tiene estilo pero debe perfilar más no las historias que cuenta sino como las cuenta.

5/10

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