viernes, 26 de octubre de 2012

CICLO XAVIER GENS. FRONTIERE(S)


Para empezar esta crítica debo decir que aquí todo el mundo va puesto de algo o que quizá durante el rodaje decidieron ir todos completamente on fire, porque si algo tiene este film, aparte de una crítica social implacable es una energía y una fuerza increíbles.

Frontiere(s) arranca durante las elecciones francesas de 2007 en las que los franceses debían elegir entre un partido conservador u otro de extrema derecha y la respuestas violentas en las calles que no se hicieron esperar y que poco a poco se va convirtiendo en un slasher superbestia, que no tiene ningún miramiento a la hora de mostrar sus refrencias, desde La matanza de Texas a Las colinas tienen ojos o las tropecientas mil pelis que hay en la historia del cine de familias asesinas. Así, como argumento la verdad que pinta muy bien y la verdad que está muy muy bien.

La película tiene nervio desde el minuto 1, engancha por su rapidez, que en ningún momento decae y que va en un crescendo gore y sangriento que, por increible que parezca funciona muy bien para representar ese clima social de aquellas elecciones para el pueblo llano, tal vez llevado al extremo más extremo pero siempre con el punto justo de realidad y cachondeo a partes iguales para gustar a los más cafeteros del género.


Pero Xavier Gens, que, aunque en su momento rodara la infumable Hitman, sabe muy bien lo que se hace y si bien no pasa por encima de la primera parte del film, sino que explora la situación francesa durante casi 25 minutos, mucho tiempo teniendo en cuenta que este tío y mucho menos este film no es de Fernando León de Aranoa ni quiere serlo; a Gens le interesa la sangre, llegar a la casa de la killer family y ofrecernos un verdadero festín de sangre, mutilaciones y vísceras que recuerda mucho mucho al film de Tobe Hopper mencionado antes pero que también va más allá, porque, como también he dicho antes, aquí todo el mundo va completamente on fire.

Tenemos a un director con nervio, tenemos a unos actores que gritan, corren, sangran y son mutilados de una manera muy carismática y con una energía que para si la quisieran films como, no sé tal vez la desastrosa Prometheus donde no hay garra ninguna. Pero el guión también tiene fuerza suficiente como para mantenerte clavado a la butaca sin respiración y se te pega el espíritu de desfase divertido y autocomplaciente del film, por momentos sabes que Gens ha gozado como un enano rodando esta peli, eso se nota.


Pero es la interpretación de su protagonista, la pasadísima, sobre todo en la parte final Karina Testa donde el film esconde su mejor baza, es una mujer sufridora que renace de entre las cenizas cual ave Fénix para convertirse en una heroina al más puro estilo Ripley de Alien pero en plan gore. Cuando la peli está en su punto más alto Xavier Gens lo deja todo en manos de su protagonista y es, sin duda, de entre todas las grandes decisiones del film, la más grande, porque ella solita es capaz de llevar el timón y de descuartizar y asesinar a sangre fría como la que más.

Me despido de esta crítica con la sensaciónd de haberme quedado a gusto, de haber dicho sobre este film, para mí desde ya de culto absoluto a pesar de las duras críticas que tuvo en su momento, todo lo que quería pero con una pega, la pega más grande: no haberla disfrutado en Sitges en su momento, con la sala repleta hasta los topes y apaludiendo como un loco cada ida de pinza de esta genial peli.

9/10