miércoles, 25 de septiembre de 2013

jOBS


Esta crítica debo empezarla como empieza este film, con la presentación que en 2001 hizo Steve Jobs del primer iPod, tiene fuerza, tiene energía y es justo lo que esperaba ver de este biopic, hasta aquí todo bien. El resto es el problema.

La película une todos sus esfuerzos en mostrarnos al Jobs más cabroncete, aquel que pisotearía y vendería a su madre por conseguir sus objetivos, el film cuenta los años mozos de Steve Jobs, cuando creó Apple y su ascenso a la gloria con la posterior caída y la posterior renovada gloria. No tiene nada novedoso este biopic, no se sale de las normas marcadas por los biopics de toda la vida y no innova lo más mínimo, de hecho parece que la mayor parte del tiempo ni siquiera le interese el tío del que habla, igual podría hablar de Steve Jobs como de la perra Layka, ha cogido el "manual para hacer biopics que no molesten a nadie" y lo ha copiado linea a linea.

Y no es que la película no se esfuerce en buscar la calidad pero lo único que sale es una copia de los chinos de la calidad. Ashton Kutcher del que me declaro gran fan en su vena más cómica hace aquí más una imitación de Jobs que una interpretación, el tío ha cogido cuatro o cinco videos de youtube de discursos de Jobs y ha dicho: "Vale, este hombre andaba a saltitos, movía mucho las manos y creó Apple, ya he captado su personalidad" y así lo hace; pero no es Kutcher el único actor desaprovechado en el film (y tan desaprovechado porque con poco que se hubiera currado el papel la hubiese triunfado ya que el parecido físico es más que obvio) ya que el resto de actores huelen a baratillo: Dermot Mulroney, James Woods (ahora mismo también en cartelera con "Asalto al poder"), Mattew Modine, que sí, que estaba vivo; J.K. Simmons y Lukas Haas, no son actores de primera fila y como tales no saben afrontar unas interpretaciones de peso que, además el guión no les ofrece, porque el guión a veces no sabe por donde va y en su esfuerzo por mostrar los claroscuros de Jobs se hace un poco la picha un lío y al final la única que sale bien parada de la película es la propia Apple.

En fin, que sí, que Steve Jobs probablemente no era un tío fetén (sí, me apetecía escribir esta palabra) pero con todas sus luces y sombras no se merecía un biopic tan flojo, aunque eso sí, la escena del iPod me puso los pelillos de la nuca de punta.

5/10