miércoles, 21 de noviembre de 2012

LA SAGA CREPÚSCULO: AMANECER. PARTE 2


La saga Crepúsculo ha terminado, ha muerto matando, matando a unos personajes ya de por si bastante flojos, matando una trama llena de azúcar para esconder lo vacío de su contenido, matando a las miles y miles de fans crepusculares que jadeaban como lobas cada vez que Taylor Lautner se quitaba la camiseta... bueno a esas no las ha matado, lástima, no se podía tener todo.

Esta saga nació allá por el 2008 y desde aquel entonces la cosa no prometía demasiado, ñoñerías azucaradas con subtrama vampírica y licántropa incluida, desde luego la cosa no pintaba nada bien. Tal vez las novelas de Stephanie Meyer fueran muy buenas o simplemente aceptables, pero la llegada al cine de estos pijines por aquel entonces fue un desastre y el hecho de que fuera un exito hizo que empezara a temblar por lo que al mundo se le venía encima.

Bueno, algunos años y secuelas han pasado desde entonces, algunas peores que la original y otras mejores, tampoco mucho mejores pero sí un poco más aceptables. Y nos encontramos en el año en que dicen que se va a terminar el mundo y todo el idem está embajonado porque el fin está cerca, sobre todo las crepusculares mojabragas a las que les importa una mierda vampírica lo que vaya a ocurrir en el mundo ¿a quién cojones le importa la crisis mundial si Bella ha tenido una hija?


Aquí el rollo va de ensalzar los valores de la familia por encima de cualquier cosa, Escrivá de Balaguer y su ejército de borregos del Opus estarían orgullosos; Edward Cullen y señora son ahora padres de una niña "Blade" mitad humana mitad vampira y eso se ve que está muy mal mirado o no sé muy bien que historia; el caso es que hay unos vampiros a los que ya habíamos visto antes en otras secuelas llamados Volturis que están decididos a joder, porque eso no es posible, porque eso es una herejía y porque así meten un poco de tralla a la mediodormida primera hora del film.

Más o menos de so va la peli y vosotros, almas de cántaro os preguntaréis: ¿Qué hay de nuevo? pues nada en absoluto, las interpretaciones de los actores, sobre todo la de Pattinson son desganadas, es un repeat incesante durante 5 pelis con el rollito romántico de paseos por el campo y maquillajes mortecinos. Ni siquiera el lobito, que aquí exhibe cuerpo, como está mandado, evoluciona lo más mínimo, pasa de enamorarse de Bella a "imprimarse" (ojito al palabro) de su hija Reneesme. Y en cuanto a la trama vampírica que en esta última entrega debería cobrar un poco más de protagonismo sigue siendo risible con los vampiros diamantes a la luz del sol y esas tontás.


Pero la película, en un arranque de originalidad nos presenta a un batallón de vampiros del mundo que se unen para proteger a la niñita de los Volturis y cada uno con un superpoder diferente, sí, sí, Los vengadores con colmillos y sin testosterona, justo lo que estabáis pensando. Cuando todos son presentados con sus correspondientes poderes llega la batalla final y aquí es donde me hierve la sangre, me enervo, me subo por las paredes y la cabeza me da vueltas.

Bill Condon, el bueno del señor Condon que aceptó este proyecto en forma de díptico por pura obligación y por el brillo del vil metal nos la cuela, nos la mete doblada alejándose de la novela original y regalándonos una batalla repletita de ordenador a tope, con toda la sangre que no hemos visto en 4 películas antes, pero sin la suficiente fuerza como para manchar la nieve sobre la que se pelea, una batalla sorprendentemente elegante que al final se queda en nada, en un giro argumental de noveleta barata que hace que todos, los buenos y los malos se vayan a dormir a sus casitas contentos porque han quedado bien, los lobitos y los vampiritos son amiguitos y los Volturitos se van a su Italia natal a seguir leyendo libros grandotes y a seguir espolvoreándose la nariz. Mola, sí, mola si eres la fan crepuscular media a la que el cerebro le funciona a mediogas, lo suficiente como para emocionarte con un final tan ridículo como este que, por suerte no desentona del todo con el resto de esta saga de la que me despido con el brazo levantado y zarandeándolo de un lado a otro, como cuando te despides de una visita que nunca quisiste ver.

3/10

Nota global de la saga: 4/10