lunes, 21 de julio de 2014

Crítica "EL AMANECER DEL PLANETA DE LOS SIMIOS"

En uno de los momentos cumbre de esta epopeya épica uno de los simios aparece montado a caballo con dos metralletas en las manos disparando a cascoporro ¿cómo se llega a eso? pues descomponiendo el blockbuster de toda la vida y vitaminándolo para hacerlo más grande, más vistoso y más atontante, porque si una sensación provoca esta película es la de dejarte atontado con su pirotecnia excesiva que esconde un guión con huequecitos que sí, que complementa el viaje hacia "El planeta de los simios" de Heston pero no tanto como la primera parte, aquí se lleva la hostiaca y mola.

La historia, al menos en los primeros tres minutos va como un tiro, demasiado como un tiro, porque el tránsito de la anterior entrega a esta es tan interesante que bien se merecería una trilogía a parte, pero no es así, se lo saltan a la torera y se centran en una historia más convencional, que no molesta pero podrían ser simios igual que podrían ser ñues. El honor, la jerarquía militar, la familia, la venganza, la raza, la batalla, la épica, todos estos puntos en "El amanecer del planeta de los simios" están perfectamente desarrollados, el film funciona como un más que entretenido e interesante crescendo que estalla en una escena de acción que me dejó boquiabierto. El factor humano de la película pues son personajes de tinta gruesa que van de aquí para allá siguiendo los parámetros de sus estereotipados caracteres, tan solo un Gary Oldman recordando tiempos mejores (en plan: "una vez fui "Dracula"") buscando discursos emotivos, que podrían ser una mezcla entre los de Leónidas y un coach en plena motivación que quedan bien pero que el simio César resume en un "familia" y en un "humanos fuera" o sea que no tiene mucha profundidad.

Una película que atonta por saturación, por momentos emotivos entre simios, con escenas de acción espectaculares y con un CGI para el recuerdo (Oscar para Andy Serkis ya) con esa escena inicial en la que los simios persiguen a un grupo de ciervos, solo ese momento tiene más nervio que todo el cine de acción de los últimos diez años. Cojea con un guión demasiado predecible y típico pero triunfa caminando con paso firme en un ritmo y un sentido del espectáculo como no veía en muchos años.