domingo, 18 de diciembre de 2011

MISIÓN IMPOSIBLE: PROTOCOLO FANTASMA


MOJADA DE CALZONCILLO. Ya está, por mí ya podría terminar, pero ahora os lo explico todo.

Este tío es Tom Cruise:

"Soy un fucking crazyyyyyyyyyyyy"

Y durante muchos años este tío se ha dedicado ha realizar secuelas de una saga basada en una serie de televisión llamada Misión Imposible, hasta aquí todo bien ¿me seguís todos? primero vino la peli de Brian de Palma y moló mucho, pero mucho mucho; luego llego la 2 y fue una mierda como una catedral dirigida por John Woo; más tarde llegó la tercera dirigida por el supermegacrack J.J. Abrams y casi casi moló tanto como la primera: pero ahora llega la cuarta y simplemente gozas. Es como si el bueno de Tom Cruise nos quisiera regalar una película increíble por Navidad.


Y sí, de repente te encuentras en Budapest escapando de una cárcel al ritmo de Dean Martin, menuda presentación del personaje de Cruise en plan: camisetita de tirantes marcando abdominales y culo, sobretodo culo, con melenita al viento y con unos huevos toreros; que te vas al Kremlin y te metes entre pecho y espalda un atentado terrorista precedido de una escena de espionaje que recuerda a los mejores capítulos de la serie de televisión: que apareces en el Burj Kalifa (el edificio más alto del mundo) en Abu Dhabi trepando por las paredes con la ayuda de unos guantes y luego una escenaca de acción con tormenta de arena de por medio que se caga la perra y que son los 25 minutos de gozo ilimitados más grandes jamás filmados. 
Pues sí, todo eso es MI4, pero no creáis que todo es bueno, también tiene un lado oscuro, nada cuatro memeces sin importancia pero que no la hacen gozosa al 100%. Por un lado tenemos a un muy perdido Jeremy Renner que no sabe por donde anda, con cierto sentimiento de culpabilidad  por ahí bambando y que está fatalmente construído.


Luego tenemos a un muy cargante Simon Pegg que, aunque me encante este hombre sobra mucho, a los 20 minutos  del film le pegarías unos azotes en el culo y lo mandarías a la cama sin postre por pesado. Lo tercero que empaña un poco esta película es un malo malísimo que mola mucho como idea: un ruso supermalo que quiere acabar con el mundo y que es malo pero malo de cojones, pero ya está, no pasa de ahí, luego se tira el resto del film un paso por delante de Cruise y su banda y al final peleíta, nada nuevo bajo el sol. Y lo último tiene que ver mucho con el buenrollismo que el señor cienciólogo Tom Cruise quiere impregnar en sus películas y que aquí no puede meter hasta el lamentable epílogo final ya que la misión es super al límite pero al final tiene que colar su momento colegueo que Dios cuélgame de un pino boca abajo sujeto por los huevos y será mejor que ese final.

Pues ya está, se acabó hablar de la peli ahora id a verla y gozad como yo. Solo quiero decir que si después de ver esta peli Papá Noel me regala un iPhone 4S serán las mejores navidades de mí vida.

8/10