jueves, 3 de julio de 2014

"ERASERHEAD" David Lynch en plan kamikaze en mi puta cabeza.

Pocas cosas se pueden decir a estas alturas de la vida sobre "Eraserhead" que no se haya dicho ya y posiblemente lo que escriba ahora lo habréis leído en otros artículos mucho mejores que este, así que lo mejor que puedo hacer para llamar vuestra atención es meter un taco en el título del post (risa maligna).

La historia de Henry Spencer me apasionó, nunca había tenido el placer de disfrutar de esta película, se podría decir que el destino nos separó durante muchos años, como esperando el momento adecuado para unirnos en el universo y que yo me derrita de gusto con ella. El debut en el largometraje del gran David Lynch es sin duda la GRAN declaración de intenciones que un director puede poner sobre la mesa. Un hombre con pesadillas horribles, una novia neurótica, un hijo feto monstruoso y lo que posiblemente será la mejor escena de la carrera de Lynch y una de las mejores de la historia del cine, sí me refiero a cuando Spencer pierde la cabeza, un niño la encuentra y la lleva a una empresa en que la convierten en gomas de borrar para lápices, eso es la belleza del cine.


Creo que nunca una película me había mantenido tan pegado al asiento como esta, me impresiona su fotografía, lo parco de la producción y como con ese escaso presupuesto Lynch da a luz un film único e irrepetible que servirá como antesala a las pesadillas que nos presentará en sus futuros filmes y que tiene una fuerza arrolladora para dejarte la cabeza jodida durante mucho tiempo. Bien por Lynch (nunca pensé que diría esto de verdad, sin ironía).

Entrevista a FRANCISCO AVIZANDA director de "SAPOS Y CULEBRAS"

El pasado día 19 de Junio se estrenó la nueva película de Francisco Avizanda "Sapos y culebras" en la que se trata el tema de la crisis y perderlo todo desde el punto de vista de su protagonista interpretada por Ariadna Cabrol.

Microcríticas: Hola Francisco, para empezar ¿de qué va "Sapos y culebras"?

Francisco Avizanda: Rebeca ha perdido a su padre y por tanto al que le pagaba las facturas.  Pero entre las cosas que tenía su progenitor descubre algo a lo que puede sacar partido y que a lo mejor le permite volver a ser quien era.

MC: ¿Como hablas de la crisis en la película?


F.A: Desde el incómodo punto de vista de un personaje que es en parte víctima y causante de la crisis. Hay miles de Rebecas de clase media en nuestro país.


MC: ¿Como fue el trabajo con los actores?

 

F.A: Ensayamos a lo largo de cinco semanas. Intenso y siempre interesante. Con ellos empiezas a ver la película, ves aparecer los personajes.

MC: ¿Al ser tu segunda película ya no tienes ese miedo al debut, o si?

 

F.A: No. Pero tal vez porque es el segundo largometraje de ficción, no mi segunda película. Me gustaría que el público pasara un buen rato con ella. Se estrena pronto en la red, en Filmotech.

MC: ¿Qué reacciones esperas despertar en el publico cuando vea tu película?

 

F.A: Un poco de catarsis, esa pacífica colisión entre la película y la intimidad del espectador que tan saludable es y que lleva a la reflexión. Porque cuando se involucra uno en este tipo de tramas, cuando sigues a Rebeca y demás personajes con el cómplice temor a sufrir sus penurias, entiendes mejor que la cadena de decisiones que toman los personajes nos conducen a un destino incierto.

MC: ¿Crees que en plena crisis en este país, se puede vivir de hacer cine?

 

F.A: Muy difícil. Pero es que la cultura no vende, le da lo mismo a la administración a los medios de comunicación… y además tiene que ser gratuita, es decir, tiene que desaparecer. Llevamos años en una creciente analfabetización que ya nadie discute. Y el cine se resiente, claro.

MC: Y para terminar, ¿cuales son tus próximos proyectos?

F.A: Acompañar el estreno de la película en Francia y un largometraje.