jueves, 18 de abril de 2013

LA CAZA


Han pasado unas doce horas desde que vi esta película y aún se me sigue poniendo la carne de gallina al recordar algunas escenas además de lo crudo y descarnado de su trama.

Este film, La caza, es la nueva obra de uno de los directores que fundaron el ya olvidado movimiento de Dogma'95, una gafapastada como una casa con sus normas y sus historias que no llegó a ningún sitio en cuanto a los creadores se les vio el plumero. Pero de aquel movimiento salieron unos cuantos directores con un verdadero talento para contar historias, uno de ellos es Lars von Trier y el otro es Thomas Vinterberg, el director de la película que nos ocupa. Este hombre tiene talento, como von Trier, pero este de un modo mucho menos histriónico y desfasado, Vintenberg prefiere más una historia para paladares exquisitos que una ida de olla, con clase pero ida de olla al estilo del bueno de Lars.
Y este film es sin duda una clara muestra del talento de Vintenberg. La película que cuenta la historia de una mentira sobre un abuso sexual a una menor en un pueblo pequeño que destroza la vida de su protagonista es dura, muy dura. Tal vez el modo en que esta rodada recuerde a veces a esos telefilmes de Domingo por a tarde, pero más allá de esa imagen hay un drama muy profundo y muy difícil.

La historia es dura y necesita a un actor con carácter para interpretar a este profesor al que acusan falsamente de tan brutal delito y ese actor es el más que brillante Mads Mikkelsen. Este hombre, al que hemos visto siempre correcto y en ocasiones sobresaliente en films como Casino Royale o Un asunto real y ahora mismo en la serie Hannibal, sus trabajos son notables siempre pero aquí, con una interpretación contenida y dura que hace que el film aún te golpee más duramente, está perfecto, todos los méritos son pocos porque interpretar a un hombre con semejante empresa en sus manos puede ser muy duro.
Además de una buena historia y una gran interpretación la película consigue que reconozcamos a un Vintenberg que no veíamos en su máximo esplendor desde Celebración, sin duda su obra maestra. Siempre, en las películas de este señor se cuentan historias corales donde tanto el protagonista como los secundarios tienen máxima importancia y aquí no es un caso aparte, la película muestra como un pueblo se deja llevar por la histeria a través de una mentira horrible y las reacciones ante este profesor torturado.

Vintenberg ha vuelto para darnos donde más nos duele con una película notable con una dura historia que deja poso, un poso amargo.

8/10