domingo, 14 de octubre de 2012

FRANKENWEENIE

(Póster Japonés de Frankenweenie, he puesto 
este porque me ha parecido muy curioso, jeje)


Tim Burton ha vuelto, ya era hora, pero no ha vuelto de cualquier manera, sino por la puerta grande, como los grandes. Ya era hora.

Este film es, ante todo un poema al cine de los años 40 y 50, un homenaje a esas grandes criaturas creadas por la Hammer, pero también es una historia de amistad, de esas grandes e inolvidables, la de un niño y su perro pero también la de Burton y su público, entre los que me incluyo y que lleva años llevándose chasco tras chasco (Alicia en el país d elas maravillas e sun claro ejemplo) esperando el chispazo que resucite al Burton de antes, el bueno y que como el perrito Sparky de la peli, vuelve siendo el mismo, pero diferente.

En esta película, nuevamente Burton se lanza a un territorio que ya conoce, el de el stop motion para regalarnos un film entrañable y posiblemente el más personal de su carrera. Retoma aquí el director uno de sus primeros cortos, el Frankenweenie del 84 rodado en imagen real en la que un niño, tras perder a su perro lo resucitaba cual Frankenstein y que ya por aquel entonces dejaba ver lo grande que Burton iba a ser.


No es, de todas formas esta la mejor película de su director, pero sí la que nos reconcilia con él desde los tiempos de Sleepy Hollow, tiene todo lo que ha de tener un film de Tim Burton: la atmósfera oscura, los personajes "rarillos" pero encantadores, el mundo infantil y la magia, todo eso está ahí y eso es bueno y malo; porque es la marca de la casa y por eso se le perdona y también se le perdona porque llevaba tiempo queriendo huir de sus propios clichés y fracasando en el intento (el último de ellos la nefasta Dark shadows) para darse cuenta que si eres bueno en algo (y en este caso es el mejor) para qué ir más allá.

El film funciona cada segundo como un gran cuento de terror y magia que evoca aquellas películas de la Hammer (la gran productora de cine de terror de los años 40) con esas criaturas maravillosas, que no entran en escena de una manera forzada, de hecho nada se ve forzado en la peli, todo avanza de manera natural, casi mágica. El film tiene la potencia y personalidad suficientes para que te dejes llevar y simplemente goces.


Técnicamente la película también es espectacular, el stop motion funciona de maravilla y le da un aire muy retro mezclado con el blanco y negro; siempre me ha impresionado mucho esta forma de rodar y me parece que aquellos que lo hacen aman mucho el cine para dedicar tantísimo tiempo a este trabajo tan laborioso y por eso son dignas obras de arte. En mí opinión.

En fin, que Tim Burton ha vuelto, como he dicho al principio y que quien escribe esto se siente muy feliz de este regreso, que películas como esta, tan maravillosas y preciosas se echan mucho en falta, como el talento y la personalidad de este gran director, ojalá este sea el principio de una nueva amistad, Tim.

10/10