lunes, 14 de mayo de 2012

BLANCANIEVES (MIRROR MIRROR)


Cejas, guardad este concepto en vuestras cabecitas locas. Tarsem Singh, el único director de todos al que llaman visionario que de verdad me lo parece, ha dado la vuelta por completo al clásico cuento de Blancanieves y... Fuck yeah! Mola.

Si el director indio domina algo es la dirección artística, sus películas son hermosas de ver aunque a veces no sean tan gozosas de oír, pero siempre cumple en lo visual y si bien aquí se le ve un poco contenido y ceñido a la historia, en ocasiones también le salen esos arrebatos de explosión de tarta de fresa con unicornios dentro y en esos momentos, cuando el ritmo del film decae un poco él nos despierta con un golpe de color impresionante.

Pero aquí la historia también es interesante. Siempre se intenta dar la vuelta a algo que ya existe envolviéndolo en un papel de colorines muy vistosos para que el populacho pasemos por caja y los productores y guionistas con cerebros vacíos se llenen los bolsillos. Pero aquí no (del todo), ya que el film, reinvéntandose a si mismo no se hace la picha un lío, hace a la Reina malvada (Julia Roberts) la verdadera alma mater de esta bacanal de locura y desenfreno que en ocasiones es absurda como ella sola y es en esos momentos cuando la película nos demuestra que tiene la suficiente personalidad como dominar esta historia sin irse por las ramas.


Si bien he dicho antes que Tarsem estaba aquí un poco más contenido que en films anteriores suyos como The fall o Inmortals, donde parecía una puta loca desmelenada con sus piruetas visuales y su pamplinería barata, aquí es expresionista, como siempre a ratos, él sabe que su puesta en escena llama a la gente y aquí la pone al servicio de la historia que le indica en cada momento hasta donde debe llegar la locura visual; en la parte del castillo de la Reina todo es muy colorido, el bosque un poco más oscuro, la cabaña que representa estar dentro del "Espejito, espejito mágico..." es oscuridad ya que es el espejito el que le dice a la Reina lo que no quiere oír; por eso Tarsem mola, porque solo con una escena (cien por cien digitalizada, eso sí) nos presenta a un personaje y nos traslada a su mundo.


Y ahora volvamos al concepto del principio de la crítica: Cejas. Si miráis con atención, o sin atención la foto de arriba veréis que algo destaca en la foto más allá de la capucha amarilla; algo hay que eclipsa la visión de Lily Collins; algo, algo que no acabo de tener claro, a no ser que sean esas dos torres de Mordor que lleva tumbadas sobre sus ojos. La chica no es mala actriz, en ocasiones se da un aire muy enternecedor a Audrey Hepburn y su Blancanieves es potente, valiente y guerrera; pero esos dos gatos acostados que se gasta la amiga la hacen perder toda la gracía. Aunque si yo fuese el hijo de Phil Collins probablemente me dejaría crecer las cejas hasta que me taparan toda la cara para que nadie supiese que soy hijo de ese hombre, buf! se me pone la carne de gallina de pensarlo jeje.

Pero si alguien se lleva la palma en el reparto esa es la Roberts, que los secundarios molan, que Armie Hammer hace gracia, que Nathan Lane parece sacado del imaginario Disney, pero la Roberts es mucha Roberts y se los come a todos con patatas con un papel escrito para ella; es cierto que tenía ciertas reticencias a la hora de aproximarme a este film porque salía esta mujer que no me hace mucho la verdad, pero es verla aparecer en pantalla y como suelta sus lineas de diálogo y simplemente te dejas llevar y disfrutas de este film loco, una reinvención del cuento con el que todos hemos crecido y que en su escena final, con ese momento baile Bollywood culmina un espéctaculo que difícilmente será igualado en lo que queda de año con las otras dos adaptaciones del cuento.

Postdata: De Sean Bean no digo nada pero cuanto me reí cuando lo vi aparecer con la corona, veredicto: encasillado XDDDD.

7/10