domingo, 6 de julio de 2014

Crítica "TRANSCENDENCE" El quiero y no puedo tecnológico.

A finales de los 70 y durante gran parte de la década de los 80 nació un subgénero al que muchos denominaron como thriller tecnológico y que se resumía en la paranoia de que con un disquete de 8 bytes se podia dominar el mundo. Bueno pues han pasado casi 30 años de aquello y ahora aparece esta "Transcendence" en nuestras carteleras con el propósito de rememorar aquel subgénero llevándolo al siguiente escalón de la paranoia tecnológica: la inteligencia artificial, que sí, que ya se ha hablado mucho de esto pero esta película se plantea la idea del superhombre tecnológico y fracasa estrepitósamente en su intento.
La película se puede dividir en dos partes: una primera muy interesante en la que se plantean preguntas y teorías sobre las que se podría mantener un film durante 2 horas sin aburrir ni caer en el ridículo, bien pues esa parte dura 40 minutos. luego esta la segunda parte, en la que al film simplemente se le va la olla y fallece por sobresaturación de pretensiones. La historia gira en torno al personaje de Johnny Depp, un científico/informático y su fiel esposa que lo sigue con una pasmosa ceguera, ambos, debido a acontecimientos (al menos en mi opinión) superficiales e irrelevantes y que solo sirven para el personaje de Depp se conecte a la red y se convierta en un dios tecnológico (no al estilo Steve Jobs) pudiendo asi curar la ceguera y haciendo andar a los paralíticos, suena absurdo... Lo es.
La trama en lineas generales es esta, un interesante punto de partida que tira por el camino equivocado para convertirse en otro rollo de ciencia ficción de saldo con una más que interesante historia de amor que muere por cansina. Si a todo el despropósito le añades unos desganados Johnny Depp y Morgan Freeman con unos estereotipados Paul Bettany y Cillian Murphy pues tienes el cóctel perfecto para una siesta deliciosa.
En fin, un quiero y no puedo que se toma demasiado en serio para ser una expansión de aquellas divertidas pelis ochenteras en las que con un disquete se podia dominar el mundo.