martes, 24 de abril de 2012

LOS INFIELES


Para meterme de lleno en faena tengo que ponerme La Ramona de fondo para llegar a comprender los motivos, más allá del económico que llevan a siete directores de "prestigio" en Francia a participar en semejante ultraje llamado Los infieles y que nos devuelve aquel humor casposo de la época del destape.

Decir que este film es obsceno es quedarse corto. Esta película protagonizada por Jean Dujardin y Gilles Lellouche bebe de aquellas películas de Ozores o de Esteso y Pajares, beben más de estas en realidad jeje, también tienen ese puntito picante tan sutil de las películas italianas de Jaimito y sobre todo de ese humor tan rancio de las también italianas Manualle d' amore, todo eso removido y repleto de chistes guarros y apología de la infidelidad es este film.


Que el primer punto fuerte de la película, ese que tiene que hacer que te partas la caja a más no poder sea que un tío vaya al médico porque le duele la espalda porque "algo" le ha ocurrido y que cuando llegue la esposa resulte que ese "algo" sea una mujer a la que le estaba dando por el culo debería sonrojar a propios y a extraños, a mí por lo menos me sonrojó bastante. Pero estos sketches se repiten durante la película en plan Show de Benny Hill, solo le faltan las cámaras rápidas y eso hace aún más triste el bochornoso espectáculo que estás presenciando.

Porque ver a Dujardin y a Lellouche interpretando a diferentes personajes en cuatro historias sobre la infidelidad, una sobre un panoli, otra sobre un curso para curar la infidelidad, otra sobre una pareja que no entiende la infidelidad del otro y otra sobre un hombre que le es infiel a su mujer con una quinceañera y debe cargar con sus amigos, vista de otra manera, con unos directores mejor elegidos podría haber sido un París je t' aime de los cuernos pero así solo es una sucesión de momentos "cómicos" que pretenden hacernos entrar en razón sobre lo mala que es la infidelidad y que terminan siempre con un trasfondo meláncolico en plan: "sé hacerte reír pero también pensar" cuando en realidad me hace avergonzarme de ser humano.


Si la película ha ido más allá de la anécdota es porque están detrás Dujardin y Hazanavicius dando caché a esto. Porque es el propio Dujardin el que, en un alarde de humildad se le ocurre la idea de hacer una película sobre los hombres infieles donde él y un coleguilla suyo protagonizan todas las historias y se ponen flequillos, entrecejos y bigotitos para que el público diga: "que buen actor es, cuantos registros", lamentable.

Pero si por algo recordaré mientras viva este film es por ser una contradicción constante, porque si las historias hablan de que ser infiel mola pero te quedas mal y entonces ya no mola; la historia que abre y cierra la película ¿por qué nos enseña que ser infiel mola tanto que al final (y me da igual spoilear) eres infiel a tu pareja con tu mejor amigo dándole por el ojete como una cabra loca? ¿por qué esta contradicción tan gorda? No comments, se supone que es un final sorpresa comparable al de El sexto sentido, por eso os lo destripo para que perdáis el tiempo con otra peli pero no con esta, prometédmelo.

2/10