domingo, 4 de marzo de 2012

LUCES ROJAS






Esta película es más pretenciosa que un pedo de Lana del Rey, eso es así, como que hoy es Domingo. Y no lo digo porque la frase sea buenísima y se me haya ocurrido a mí solo, lo digo porque es verdad; porque Rodrigo Cortés a hecho la primera película de su carrera que me ha parecido floja al salir de verla y no unas horas después como me pasó con las anteriores.

Porque este director es un listo, el tío tiene una idea muy buena, va a un productor, se la enseña, el productor dice: "Me he mojado imaginándola, ahora desarróllala" y entonces es cuando viene el problema; porque Cortés es un director de ideas, tiene ideas muy buenas pero que a la hora de llevarlas a la práctica se quedan en un factor sorpresa que dura 15 minutos y en un superrelleno que dura 80, eso es, a grandes rasgos, el cine de Rodrigo Cortés. Porque repasemos: un tío al que le tocan 500 millones de pesetas en premios y le arruinan la vida, mola; un tío enterrado bajo tierra con un mechero y un móvil, mola; unos parapsicólogos que intentan desmontar a supuestos mediums, mola; pero no mola más allá de esa idea, que imaginada en la cabeza de uno mismo mola más que lo que ves en la pantalla.


Y en este barco que tiene un agujerito por donde se cuela el agua están montados Sigourney Weaver que nos demuestra que ya no es la teniente Ripley; Cillian Murphy, que no sé a vosotros pero a mi su cara me da grimilla; y Robert de Niro que es, de calle lo mejor del film, peor aún así considero a este cast un poco de saldo, os lo explico: la Weaver de unos años a esta parte no ha hecho nada realmente reseñable, porque Avatar, a mi parecer no es para nada reseñable, alguna que otra peli de segunda fila rollo Cedar Rapids, Sin salida o Paul; luego Cillian Murphy con su cara en plan: "He trabajado con Danny Boyle, Andrew Niccol y Christopher Nolan poniendo la misma cara en todos los papeles" no es un actor reconocido, que no dudo que algún día lo será pero ahora aún no; y por último el Robert, el currículum de Robert en los últimos años es digno de estudio (¿Noche de fin de año? ¿Asesinos de élite? ¿Todos están bien? ¿seriously?) y por eso esta película no va bien, porque los actores no hacen lo que pueden porque realmente les importa muy poco su carrera visto el respeto que le tienen.


Pero vamos con la peli propiamente dicha. Que Cortés tiene estilo y aquí lo demuestra está claro, que le pone ganas y le gusta lo que hace, también está claro, pero que tal vez debería plantearse hacer un film de verdad, que enganche de principio a fin y que no te lo huelas desde los veinte minutos también está claro. Porque no me enganchó nada, no me gusta que un thriller no me enganche y que el destino de los personajes me la traiga al pairo, ese no es un buen thriller; la historia funciona demasiado a trompicones, los golpes de efecto llegan de tarde en tarde y (SPOILER) el juego del despiste con el personaje de Leonardo Sbaraglia es lamentable y tramposo, pero sobre todo es sucio, en una película mando yo, no me gusta que me digan lo que he de pensar y aquí lo hacen, me intentan llevar por donde quieren, sin exito, para que al final me lleve una sorpresa más relamida que otra cosa.

Bueno, pues quitando que tiene estilo propio y que Cortés se marca un homenaje a lo Lynch en una escena en particular, poco más hay que resaltar en este film que debería servir a su director como punto de inflexión a la hora de replantearse su carrera, porque puede y porque debe.

5'5/10