domingo, 14 de abril de 2013

LOS ÚLTIMOS DÍAS


Hablar de Los últimos días va a ser una ardua tarea, porque hay mucho que decir y quiero que todo quede claro. Para empezar y a modo de titular solo decir que Los últimos días no es la gran película que se cree pero aún así es una película decente.

Los Hermanos Pastor, directores del film son unos creadores que, aunque tienen buenas ideas y saben crear atmósferas tensas y curradas, luego no saben con que rellenarlas, porque sus historias no llegan al alto nivel que merece la atmósfera creada; saben crear mundos pero no saben poblarlos. Ese sería el primer gran problema de este film que tiene una factura técnica impecable y que se nota que se han trabajado en cada plano, se ve amor en la película, pero un amor mecánico, con unos personajes mecánicos que viven situaciones que solo sirven para rellenar los huecos de un guión que no da para un film de 100 minutos, de hecho dudo que diera para más de 20.
Y no es que el film no quiera que nos interesemos por lo que les pasa a José Coronado y a Quim Gutierrez, que cumplen con unos papeles que les quedan pequeños, es que lo que les pase nos da igual, porque son tan planos esos personajes que no llegas a conectar porque no llegas a sentir una empatía hacia ellos. Las dos mujeres, Marta Etura y Leticia Dolera también hacen lo que pueden con unos personajes vacíos completamente, que simplemente ayudan hacer que el personaje de Gutierrez vaya hacia algún sitio.
Porque sí, este es un film de pasear, de unas personas que tienen agorafobia y que no salen a la calle por si se mueren y se pasean por los túneles del metro de Barcelona en busca de sus seres queridos. Esto es así, como historia, como he dicho antes da para un buen cortometraje, pero para un largo es insuficiente, se necesita llenar a la película de escenas chorras que simulan tensión y de momentos de colegueo entre los dos protagonistas que también dejan mucho que desear, porque esta es una película de andar y si solo andaran sería más interesante que los relamidos tópicos que usan cada vez que abren la boca.

En fin, es una lástima que un planteamiento prometedor y una escenografía tan interesante se hundan por un guión vacío que no llega a ningún sitio. Otra vez será hermanos Pastor y ya será la tercera oportunidad que os doy.

4,5/10