LA PIEL QUE HABITO

Antes de empezar la crítica debo decir que esta película me ha recordado bastante, salvando las distancias y de un modo mucho más sutil y elegante a la muy desagradable The human centipede. Ahí lo dejo.

Hablar de Almodóvar es hablar de una institución reconocida en toda Europa y esta película es una buena muestra de porque el director manchego es tan reconocido.
Almodóvar ha vuelto y con él todas las obsesiones que han marcado su cine desde siempre: el amor pasional, la venganza, el misterio, todo ello aderezado por una pizca de terror y se me forzáis mucho con un poco de ciencia ficción. Almodóvar, aunque muchos no lo quieran reconocer es en La piel que habito el mismo de Átame o La flor de mi secreto.
La historia de esta película que gira en torno a una venganza muy particular y a una extraña historia de amor es muy original y si no se trata con cuidado y no se realiza con esmero se corre el riesgo de caer en el ridículo, pero el director manchego domina muy bien todo tipo de géneros y por eso impregna a la película de un tono muy seco, muy austero, que hace que te dejes llevar y te metas dentro de ese sórdido mundo donde lentamente y de una manera muy inteligente te va desgranando una historia de pasiones al límite y de una locura sin remedio. Un clásico en el cine de Almodóvar es también lo preciosista que es a la hora de rodar, cada plano tiene una historia y eso se nota y la trama, inteligentemente fragmentada está repleta de planos muy elaborados donde nada está puesto por casualidad.
Otro punto fuerte de la película es el reparto, la vuelta de Antonio Banderas 20 años después de Átame era un  aliciente para ver que salía de esa unión y lo que ha salido es el Banderas más contenido de toda su carrera, una interpretación digna de elogio donde el actor malagueño hace que ese doctor Robert Ledgard te llegue a calar y sientas cierta lástima de él cuando en realidad es un psicópata con una maligna venganza en mente; Elena Anaya está bien, nunca ha destacado esta chica por hacer papeles realmente profundos pero hay que reconocer que su personaje, el gran punto fuerte de la película y sobre la que peso el gran giro argumental del film está tan bien escrito que ella solo tiene que dejarse llevar; luego tenemos a Marisa Paredes, que me recordó durante toda la película al ama de llaves de Rebeca con un papel maravillosamente cruel escrito para ella y donde se nota que la excelente actriz ha disfrutado interpretándolo, es sin duda este personaje el más cercano al Almodóvar de siempre, el personaje más pasional y que, como todos los personajes femeninos de los films del manchego esconde un secreto que hace que veas la historia con otros ojos.
Hablar de Pedrooooooooooooo! (no lo he podido evitar jeje) es hablar que esos compinches que se ha echado en sus últimos films, el director de fotografía José Luis Alcaine, que realiza un trabajo espectacular, cada plano es un obra de arte, aunque ya lo haya dicho antes; y el compositor Alberto Iglesias que compone una enigmática banda sonora que acompaña sin molestar en ningún momento ensalzando los grandes momentos del film.
Para terminar solo decir que Almodóvar ha vuelto con algo nuevo pero que con un simple vistazo nos recuerda que es el mismo de siempre, el que nos enamora, nos intriga y nos apasiona, como tanto le gusta a él.

9'5/10