Han vuelto, los fuckas que ya nos llegaron al alma han vuelto para repartir aún más leña pero de una manera un poco más irregular.
No estamos en esta película delante de una obra completa, quiero empezar diciendo esto para que quede claro, estamos hablando en Crows zero 2 de una película que juega, y no del todo bien a ser una película seria que va en un crescendo acojonante hasta el despiporre final y, lo siento por Miike pero no es así.
La película empieza muy bien, si la primera parte era una película envidiable que funcionaba de maravilla como una gran presentación de personajes aquí nos reencontramos con esos personajes, con sus historias y con la atmósfera del instituto Suzuran de nuevo, pero en cuanto pasa el rollo del reencuentro la película tarda mucho en entrar en faena, hay ostiacas como panes si es lo que buscáis pero la historia, una forzada secuela donde vemos a Genji dfenderse como puede al frente de Suzuran me huele un poco rancio y aunque quieran introducir nuevas tramas (el yakuza que sigue vivo o el chico que sale de la cárcel tras cometer un crimen en la primera parte y le contratan para asesinar al padre de Genji) la película no levanta el vuelo, y de manera magistral hasta unos vibrantes 20 minutos finales.
Ahí es donde el film levanta el vuelo, donde la película vuelve a lo que la hizo grande y donde las ostiacas son las protagonistas, ese ascenso por el instituto rival a base de puñetazos y patadas es acojonante y la película aquí se crece y Miike nos mira a la cara y nos dice: "que estoy aquí aunque no me hayáis visto en una hora y tres cuartos!" y se nota.
No es tan redonda como su antecesora pero es digna muy digna.
6/10
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