Odio las películas en las que hay que empatizar con el protagonista, no me suele gustar que el director me lleve por donde él quiere para que el protagonista me caiga bien, aquí no juegan a ese sucio juego, aquí protagonista va a su rollo, tiene su misión y le da igual que te guste o no.
A muchos les parecerá un sacrilegio lo que voy a decir pero Costa Gavras, el padre no el hijo nunca ha sido uno de mis directores favoritos, solo he visto 2 películas suyas antes de esta y la evrdad que no me han devorado, Desparecido con Jack Lemmon me pareció notable que no excelente y Mad city me pareció un fallo, solo eso un fallo; pero con esta película he conseguido empatizar con él, entrar en su juego y dejarme llevar. La película cuenta la historia de un hombre que se queda en paro y que, para conseguir trabajo decide asesinar a aquellos que tienen un currículum mejor que el suyo; simple, rápido y para toda la familia, así, con este argumento el señor Gavras habla sobre todo lo importante: la familia, el trabajo, la crisis (aunque sea de 2005 es completamente intemporal), la frustración por no enctrar trabajo y un largo etcétera de temas que llevan a este hombre hacer lo que hace. Y ahí es cuando entras de lleno en el film, simpatizas con él y te sientes su cómplice, quieres que su plan salga bien y que el pobre hombre consiga ese ansiado trabajo.
En cuanto a la realización debo decir que aunque sin muchas filigranas artísticas, la película está rodada de una manera muy tradicional, me ha recordado enormemente a Michael Haneke en lo que a la relación con la familia se trata pero con un poco menos de estilo. Los actores están enormes sobre todo el protagonista, un José García que se sale en cada plano y que hace, con su mirada y sus gestos que empaticemos mejor con su causa.
Estamos delante de una gran película pero de una gran gran película.
8'5/10
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