El siempre polémico Kim Ki Duk ha vuelto con un film que promete ser tan provocador y al mismo tiempo hermoso como toda su filmografía.
La película cuenta la historia de un padre de familia que decide castrarse a si mismo como forma de expiación, una madre de familia que por un descuido asesina a su hijo y un hijo envidioso de la vida de lujuria que lleva su padre. La película ha sido restringida en Corea y su distribución se hará en una pequeña cantidad de cines.
La semana pasada salió el trailer de una de las películas que más me gustaría ver en Sitges'13, ahí lo dejo:
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