lunes, 13 de mayo de 2013

STOKER



Desde la primera vez que oí hablar de este proyecto me dio buena sensación, sabía que algo bueno iba a salir. Sabía que visualmente sería potente, como todo el cine de este director pero dudaba de una historia convincente, pues me equivocaba. Stoker es, por ahora la gran película de este 2013.

El nuevo film del coreano Park Chan Wook en su iniciada aventura americana es ante todo una historia sobre la pérdida de la inocencia; la familia disfuncional y el thriller es algo secundario. De ahí que la protagonista adolescente, una pletórica Mia Wasikowska sea tan importante para el desarrollo de los acontecimientos de la película. Por el film también aparecen una Nicole Kidman recuperadísima de tanto botox y tanto fracaso cinematográfico interpretando a una madre un tanto extraña y necesitada de afecto de una manera brillante y para cerrar el trío ahí tenemos a un grandísimo Matthew Goode y su fantástico Tío Charles que entra de lleno a los anales de la historia del cine reciente por ser uno de los personajes más inquietantes y con más matices de la cinematografía actual.
Pero es, aparte de en el reparto, en la dirección y en el guión donde el film encuentra su grandeza. El guión de Wenworth Miller, sí el hermano tatuado de Prison break, es frágil y delicado como una florecita, la historia funciona como un reloj y al mismo tiempo se detiene en cada detalle, es casi de profesional con mucha experiencia el trabajo que Miller se ha marcado con este guión.

Pero es Park Chan Wook, director entre otras de la brillante e icónica Old boy el que dota de vida a esta película, que si ya viene bien escrita de fábrica es en la fotografía y en la dirección de este hombre donde encuentra la grandeza absoluta. Wook da vida a estos extraños personajes y los encierra en esa extraña atmósfera donde la tensión crece por segundos, donde la sexualidad de los personajes se pone a flor de piel y donde la pérdida de la inocencia se nos presenta como plato principal. Una pérdida de la inocencia por parte del personaje de India (Wasikowska) que se hará mujer descubriendo la sexualidad de la manera más violenta. Pero también una búsqueda de cariño por parte del personaje de Evelyn (Kidman) que encuentra, como su hija en el personaje del Tío Charles, pero este tiene un oscuro secreto, como todas las familias.

Concluyendo, una flor rara en un campo lleno de flores calcadas. Una obra única que irradia personalidad y fuerza arrolladora salida de la mente de uno de los mejores directores de los últimos años.

10/10


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