lunes, 27 de febrero de 2012

LA INVENCIÓN DE HUGO


Esta declaración de amor al mundo del cine y sus orígenes que nos ha regalado Martin Scorsese es una deliciosa mezcla entre las novelas de Dickens y el libro de Roman Gubern "Historia del cine" y sí, el resultado funciona como uno de los relojes que arregla y da cuerda nuestro protagonista, Hugo Cabret.

Desde el plano inicial, en el que Scorsese te mete de lleno en esa estación de tren que será el escenario principal donde irán y vendrán esos personajes que, tanto en la novela de Brian Selznick como en el guión de John Logan están dibujados con un trazo muy fino; ya estás dentro, ya formas parte del barullo de gente y ya conoces a Hugo, descubres su día a día entre los relojes de la estación. Y justo en ese momento aparece el título, porque al tío Martin, que sabe más que los ratones "coloraos" le gusta dejar claro todo antes de contarte lo que tiene que contar.

Y entonces entramos de lleno en el Oliver Twist que es este Hugo Cabret, su historia, su drama: su padre (interpretado por Jude Law) muere y deja a medias con su hijo un proyecto, un autómata que encontraron en la basura y que será el macguffin que una a todos los personajes y tramas. Pero esto solo dura un rato porque esta historia que Scorsese teje como una vieja tejedora es una historia sobre personas que están un poco rotas, como el autómata que es un reflejo de cada uno de los personajes que habitan la estación: la dueña de la cafetería y el quiosquero, que viven una inocente y a ratos infantil y dulce historia de amor; el guarda de la estación (interpretado por el polémico Sacha Baron Cohen que hace aquí un papelazo deliciosamente cruel, muy Dickens, como la primera hora del film) con la vendedora de flores (interpretada por una dulce Emily Mortimer, veréis que la palabra dulce aparecerá mucho durante la crítica, es que esta película lo es); el vendedor de juguetes que es en realidad el verdadero protagonista de esta obra maestra.


Pero la historia que desata la bacanal de sentimientos que es este film es la historia de amistad entre Hugo e Isabelle, una Chloe Moretz muy alejada de su papel de fucker en Kick ass o de la vampira de Let me in (innecesario aunque entretenido remake de Dejame entrar) que interpreta aquí a la dulce niña que saca a Hugo de la estación en la que vive escondido para enseñarle el mundo y vivir la tan ansiada aventura que la niña quiere vivir. Es esta Isabelle, una niña que nunca ha pisado un cine y que es una apasionada lectora la que une la trama de Hugo y su autómata con el personaje del vendedor de juguetes interpretado por Ben Kingsley, que esconde un secreto, como casi todos aquí, que será desvelado por nuestro enternecedor protagonista llevándonos a un mundo muy cinéfilo que hará las delicias de todos aquellos que amamos el cine y los que no lo aman comenzaran hacerlo.


Porque el viejo vendedor de juguetes es Georges Melies y la historia de su vida es el cine, son sus películas, una vida feliz, llena de imaginación que se ve truncada por la 1ª Guerra Mundial que devuelve a la gente a la realidad y los saca de este mundo de fantasía que Melies creaba para ellos. Scorsese nos presenta a un Melies aburrido y desencantado del mundo que, de la mano del joven Hugo recordará su pasado, con el dolor que ello conlleva en un camino de redención, joder, esta película es mucho más profunda de lo que parece jeje.


Y si esta película es un gran homenaje al cine y sus orígenes y a la gente que trabajó en él creando sueños, es porque Scorsese ama lo que hace y se revela aquí, como se revela casi en cada film como el gran contador de historias que es, aunque en mi opinión esta sea su mejor película desde Casino, lo tenía que decir, algo me estaba comiendo por dentro si no lo decía. Martin es un tío inteligente como ya he comentado antes y por eso envuelve a su film con ese aura mágica, casi de cine infantil para contarnos una historia nada infantil, sobre personas que están rotas o estropeadas o que simplemente les falta una pieza para estar completos y que como un niño, con ilusión y tenacidad puede hacer que todos esos personajes encuentren lo que tanto ansían, la felicidad.

Estoy seguro que algún día se hará una película como esta sobre Scorsese, quizá yo no lo vea, ni mis hijos pero tal vez mis nietos un día vayan a ver una película sobre un tal Martin Scorsese, el fabricante de sueños.

10/10

jueves, 23 de febrero de 2012

MI SEMANA CON MARILYN


Que no os engañe la cara de dulzura e inocencia de Michelle Williams en la portada de este film que presagia una dulce y tierna película llena de amor al cine, porque no es así, que lo sepáis.

Nunca me han gustado las películas que tienen una idea chula en plan: "Vamos a contar el tortuoso rodaje de El príncipe y la corista y la relación de Olivier y Monroe, la vamos a petar en los Oscar ya verás" y continuan en plan: "Mira, la historia mola pero no se sostiene por ningún lado o metemos una trama de amor o esto no da para 90 minutos" y acaban siendo: "Vamos a ver, ¿tenemos a una actriz que haga de Marilyn de puta madre? porque la historia es una mierda como una catedral" Y así se gesta una película en pocas palabras. De repente te encuentras a Michelle Williams haciendo el papelazo de su vida fente a un guión distraído, que no se centra del todo en nada y que intenta ser mítico y no llega a mera conversación fumando un cigarro en la puerta del cine cuando sales de verla.


Y no es porque todo el mundo no se esfuerce en que la cosa salga bien, desde el veterano director inglés Simon Curtis que hace que la peli huela a flema y pastel de carne, todos con su acento y su elegancia; hasta Eddie Redmayne, el chico con el que Marylin mantiene un affaire/amistad/calientapollismo hace de puta madre su papel de chico ilusionado con una gran, aunque vulnerable actriz. Y luego, después de toda la gente que se esfuerza y lo hace muy bien y dotan a la película de su toque inglés está Kenneth Branagh que aún sigue pensando en cuando adaptaba como un loco obras de Shakesperare al cine y se le iba la pinza y sobreactuaba y todo en su cerebro era victoriano; el hombre mola, porque Kenneth es mucho Kenneth pero se le va a ratos la pinzaca un poquito interpretando a Laurence Olivier y tal vez sea por eso que se le va la pinza, por interpretar a un actor que sobreactuó hasta sin actuar, por eso se lo perdono, porque siempre será  un tío grande.


Y luego pues está Michelle Williams que es el pilar maestro de esta floja película que debía ser grande y épica y no lo es, no funciona como tal. Michelle, la viudísima de Heath Ledger es un portento sobrenatural de actriz desde que salía en Dawson crece y luego en Brokeback mountain y en otras pelis (ente las que se encuentra la muy laureada y que aún no he viste Blue Valentine) demostró un talentazo y ahora aquí interpreta a una frágil Marilyn que quiere ser una gran actriz y dejar atrás su faceta de estrellaca y hace que te la creas, Williams, con una mirada o una sonrisa embelesa al espectador y te dejas llevar de su mano por esta historia que desluce su actuación.

Pues como ya he dicho antes, no me gusta que una película dependa de una actuación porque el guión no sea suficientemente sólido y aquí esa debilidad está demasiado marcada aunque esta amada Marilyn sea aún mejor que la original.

6/10

NADER Y SIMIN. UNA SEPARACIÓN






El mundo del cine es un mundo muy complicado, a veces aparecen películas malas, a veces aparecen películas buenas, a veces aparecen películas muy buenas y a veces aparecen películas como esta, que no llamaré perfectas porque sería mucho arriesgar pero casi perfectas, redondas.

Porque por películas como esta, en la que nada va a trompicones, donde todo fluye y todo es tan real que duele vale la pena confiar en el cine. La historia de Una separación nos habla de Nader, un hombre que acaba de separarse de Simin y que debe contratar a una mujer para que cuide de su padre enfermo de Alzheimer. Un buen día Nader tiene un problema con la mujer que cuida a su padre y lo que viene después pues no os lo puedo contar porque sería entrar de lleno en una trama que es mejor descubrir a poquitos y disfrutrarla en su justa medida. Como habéis podido comprobar la historia empieza fuerte pero lo que se ve aquí son varias historias, la de Nader y Simin, sus problemas como pareja y como se unen para descubrir la verdad de un hecho insignificante que cambiará la vida de todos los personajes.





Luego tenemos a la cuidadora y a su marido por otro lado que defienden su verdad y su religión ante todo. Con las fichas sobre la mesa lo que deviene después es un guión estructurado de tal manera que te hará a ti también participe de los hechos y te hará posicionarte de un lado u otro conforme avance el film. Si algo ha hecho muy bien el director iraní Asghar Farhadi, entre otra muchas cosas es jugar con el espectador y hacer que durante el film cambies tu opinión sobre los personajes y te sorprendas en la parte final de hacia donde derivan los hechos que los personajes han realizado durante toda la película.
Son los actores otro punto fuerte del film, las dos parejas protagonistas que interpretan con la sobriedad necesaria unos personajes que luchan por defender una verdad y que hacen lo que pueden por que todo llegue a buen puerto mientras se pueda. Tanto la pareja formada por Nader y Simin que están separados, pero que se unen por una causa, transmiten de maravilla el amor que aún queda entre ellos; como la pareja de la cuidadora y su marido, que hacen lo suyo como una pareja que se ama y que quiere la verdad, sin ofender a su dios y apretados de dinero hasta el cuello.


Como no podía ser de otra manera, esta Nader y Simin es también la historia de Irán, un país que aún vive atado a la religión y a unas marcadas diferencias sociales que no hace sino enfrentar a su gente y que en este film se demuestra, porque los cuatro protagonistas son toda la gente de Irán, es una crítica feroz a un país que no da soluciones a sus ciudadanos que deben solucionar sus problemas de cualquier manera.

Esta película es un milagro, espero que os haya quedado claro durante la crítica, pero si no os ha quedado bien claro pues echadle un ojo porque vale la pena, más que cualquier otro film, mirad esta película que os golpeará hondo y que disfrutaréis intentando descubrir la verdad de estos personajes tan cercanos.

10/10

miércoles, 22 de febrero de 2012

INFIERNO BLANCO


Esta es, sin duda la semana de los actorazos, primero una peli con Denzel Washington, luego Michael Fassbender y ahora Liam Neeson. Menudo papelón que se marca aquí Qui Gon Jinn en este peliculón digno del John Frankenheimer de los 70.

Y no ando muy equivocado al nombrar a Frankenheimer como motor de esta peli, ya que su cine, cuando hablaba de supervivencia y de hombres rudos era dios y aquí, Carnahan, me atrevo a decir que es un digno sucesor de este genio, hace lo suyo hablando de hombres, lobos y hombres, sobre todo hombres que están muy jodidos. Es curioso que haga una crítica sobre una película de hombres rudos escuchando el disco de Lana del Rey de fondo, resulta un poco gay, solo me falta estar embadurnado en aceite, es una reflexión personal jeje.
Bueno, la película nos cuenta la historia de John Ottway, el personaje de Neeson, que, junto a unos trabajadores de una planta petrolífera se ve atrapado entre las montañas nevadas de, de, de el culo del mundo que están repletas de lobos hambrientos, si esta película se hubiera hecho en los 70 con el ya mencionado Frankenheimer al mando seguro que la protagonizarían Jon Voight y Charles Bronson, al menos en mí cabeza sí.


Bueno, pues en estas se encuentran los hombres fortachones con corazón y con sus miedos e instinto de supervivencia a flor de piel. Desde el momento que el avión se estrella te hueles la tostada, pero a eso juega Carnahan a que te creas que esto va de heroes cuando en realidad va de hombres que tienen miedo de los lobos y de ellos mismos. También cabe destacar que Neeson es el protagonista pero el plantel de secundarios que le rodean es así fino y el guionaco que se marca Ian McKenzie Jeffers con el propio Carnahan está tan lleno de momentos épicos y tristes que hacen que la historia cale hondo en la gente. Porque esto no empieza con un grupo de hombres que salvan a niños de casas ardiendo ni a gatitos de árboles, esta historia empieza con hombres con los huevos pelados de currar que sevan a su casa a ver a sus familias y quieren ver a sus familias y se encuentran con el avión estrellado en mitad de la nada y con lobos asesinos que los quieren matar y el guión nos muestra como reaccionaría gente real a ese terror.


Pero como esta crítica la estoy haciendo para hablar de Liam Neeson pues al lío. Liam Neeson no es un actior, es una puta escuela de actores en un solo ser humano, igual te hace de Schindler, que te hace de maestro jedi, que te mata lobos a cuchillazos al tiempo que te hace soltar más de una lágrima por lo muy jodido que está, no revelo ningún spoiler pero el pobre Liam está muy jodido y además tiene que ejercer de líder de este grupo de hombres a través de la nieve y los lobos. Vamos que hace papelón, pero papelón papelón.

Pues ya está, aquí me quedo con mi Lana del Rey y sus Video games recomendando mucho esta película que hará las delicias de cualquier persona que le guste el cine de aventuras de verdad, de género puro y duro con actuaciones y situaciones al límite.

8'5/10

martes, 21 de febrero de 2012

SHAME






Michael Fassbender me pone palote, pero muy palote. Aunque esta frase pegue mucho con el argumento de la película es completamente cierta, ¿cómo lo hace el bueno de Michael para actuar como actua? pues ese será para siempre uno de los enigmas de la humanidad.

Shame es la historia de un hombre que es adicto al sexo y un buen día se le presenta su hermana en casa con una mano delante y otra detrás y se tiene que quedar a vivir con él. A partir de ahí las miserias de ambos hermanos que son las miserias magnificadas de todos nosotros salen a la luz y todo esto rodado con una excelencia única que un director al que conozco con este film solo sabe hacer, con una delicadeza y una elegancia que parece insólito en un trama como esta. Steve Mc Queen, el artífice, guionista y director de esta joya tiene el estilo de Steven Soderbergh en The girlfriend experience pero sabiendo lo que cuenta y contándolo de una manera coherente, lo que el director, supuestamente indie más sobrevalorado del cine actual no sabe hacer.


La película es dura y deja poso. La forma en la que está rodada es cruda y directa, además de elegante y estilosa, pero dura es bastante; la vida de Brandon, el personaje de DIOS es sin duda un personaje de estos que hacen época y la verdad que no veía un personaje tan completo desde que vi Drive, si en aquella Ryan Gosling interpretaba a un hombre seco, duro, directo pero con buen fondo; Fassbender aquí interpreta a un hombre que es pura fachada pero que tiene un demonio interior con muchos secretos que acaban por estallar en una escena de 6 o 7 minutos de noche de desvarío y locura que duele, de verdad que duele.
Otro punto tiene el film que me gustó mucho es una banda sonora minimalista, con temas de música clásica metidas de una manera excelente; ese momento con Fassbender haciendo footing de noche para huir de su hermana y sus problemas, con esa música sonando y ese plano sostenido de Fassender es genial.


Y luego está Carey Mulligan, que es la secundaria más protagonista y robaplanos del cine actual y aquí, como en aquella Drive es la que vuelve loco al protagonista y hace estallar todos sus secretos y problemas de los personajes que la rodean.
Y el final, no digo nada porque sería un sacrilegio hablar del final de esta joya pero es la explosión de un personaje más dolorosa que he visto en mucho tiempo. Me dolió en serio.

Bueno, pues como aún sigo con el impacto de esta obra maetsra pues aquí lo dejo, invitándoos a disfrutar de esta maravilla cinematográfica porque ya no se hacen muchas de estas.

10/10

EL INVITADO


El invitado es la película de Tony Scott que no ha hecho Tony Scott porque la ha hecho Daniel Espinosa al estilo de Tony Scott y ya está ahora que lo repita el que tenga huevos jeje.

Esta película es el proyecto para lucimiento de Denzel Washington que de vez en cuando aparece por la cartelera, con la única diferencia de que este film es de acción pero no una acción americana de exageración pura y dura, aquí las persecuciones, las ostiacas y todo suena a cine europeo, es la película americana más cercana a Luc Besson filmada en tiempo. Aunque las cartas que juega el film, la relación amor/odio de Washington y Reynolds, la huída de ambos personajes y la vida de ambos que se ve alterada por la situación en la que se ven metidos tal vez no sea lo más original del mundo porque ya lo hemos visto antes, pero aún así todo está muy bien llevado dando una especial importancia a las escenas de acción que harán las delicias de los fans del género.


La historia, pues aunque no muy rebuscada es bastante entretenida: un ex-agente de la CIA (Washington) que se dedica a vender secretos de la agencia a enemigos, es detenido y llevado a un piso franco donde está Reynolds que lo tiene que defender de un ataque y entregarlo a las autoridades aunque ciertos actos de sus superiores le harán cuestionarse las cosas. El tito Denzel que, entre tu y yo, es Dios solo tiene que dejarse llevar porque el papel se lo conoce de maravilla porque es la enésima vez que lo interpreta, ya que lo ha hecho mil veces con Tony Scott, el personaje atormentado que sabe cosas secretas y que se ve envuelto en una trama de acción a tuti y traiciones varias esta hecho a su medida, aunque lo mejor, lo mejor de su personaje es el peinado, lo tenía que decir, jeje.


El partenaire de Denzel es el bueno de Ryan Reynolds y yo a este pavo le tengo cierto cariño porque la primera vez que lo vi fue en una peli de instituto que se llamaba Van Wilder y me hizo mucha gracia y porque, desde aquel film de fumetas ha demostrado que tiene la cabeza muy clara y que sabe hacia donde quiere dirigirse y lo está consiguiendo, su papel en Buried de Rodrigo Cortés fue la repolla y aquí, en un papel mucho más fácil de interpretar pero que solventa sin ningún problema.
Bueno y después de hablar de los actores pues de la película queda poco por decir. Que esto ya lo hemos visto antes, tal vez no mejor contado que ahora pero que ya lo hemos visto seguro y es una lástima porque Espinosa hace lo que puede con el material que tiene y lo hace de maravilla.

Pues todo eso con medio queso. Una película buena, para pasarse una tarde viendo ostias y persecuciones con estilo de la mano de un director y unos actores demasiado cómodos con lo que hacen porque saben que lo hacen muy bien.

7/10

lunes, 20 de febrero de 2012

PROMOCIÓN FANTASMA


Promoción fantasma o John Hughes se toma una birra (llámalo birra llámalo batido de vainilla) con Ivan Reitman mientras discuten sobre sus guiones en un bar de los ochenta y cuando menos se lo esperan entra Judd Nelson y se sienta con ellos; eso sería, exagerando bastante pero sin salirme un ápice de lo que es este film, esta agradable sorpresa.

Porque esta película vive porque existieron los ochenta y el cine de aquella época, y esta frase posiblemente sea la tontería más grande que me haya pasado por la cabeza en mucho tiempo, pero esperad, me explico. Promoción fantasma respira aire retro por los cuatro costados y las referencias a films como El club de los cinco, Porky's (por su humor de sal gorda) o, claramente Los cazafantasmas son innegables, pero olé sus huevos por hacer eso en España y que le salga tan de puta madre. Porque hacer pelis de adolescentes e institutos es muy fácil si eres americano y sabes dotar a tus historias de un toque inocente, pero si ruedas una peli de adolescentes en España posiblemente se meta por medio la mierda de la realidad social y los estudiantes sean unos drogadictos violadores que van a terminar sus vidas en la cola del paro o prostituyéndose, pero, y lo digo por una vez y sin que sirva de precendente, este género de películas lo hacen mejor los americanos y, sin copiar Javier Ruiz Caldera dota a su película de un estilazo y una elegancia que, de no ser por algún chiste o gag demasiado poco sutil, es digna de envidiar.


Porque, desde una banda sonora que hará las delicias de más de uno o una y una ambientación que te mete de lleno en aquella inocencia ochentera cuando solo se pretendía contar historias, nada más, divertirse sin intentar ser pretencioso, y eso Javier Ruiz Caldera lo sabe muy bien, si  en su anterior película, Spanish movie se mofaba a base de bien del cine  español a la manera estadounidense y de sus clásicas Scary movie, aquí hace lo suyo con el cine de instituto y con las situaciones divertidas que ocurren cuando un profesor que ve muertos debe ayudar a un grupo de estudiantes fallecidos en un incendio a solucionar sus problemas y abandonar el instituto de una vez por todas. La idea, como he dicho antes es el cruce perfecto entre el cine de John Hughes, los protagonistas mueren en un incendio en la sala de castigo, no puede ser más El club de los cinco; y también nombraba antes a Ivan Reitman por ese toque de cine fantástico tan dulce. Todo es muy inocente y precioso en esta película que hará las delicias de los treintañeros de la sala que se criaron con pelis como Todo en un día o Los Goonies, vamos esa época que está ahora tan de moda.


Pero si algo sostiene el film, aparte de una historia que engancha desde el minuto 1 por su ritmo ágil y rápido, es un reparto a la altura que cumple con nota. Desde Raúl Arévalo, que interpreta de maravilla a ese loco incomprendido que debe dar clase a ese atajo de muertos, perfectamente interpretados por esa nueva casta de actores salidos de televisión por los que no daba un duro pero que me han sorprendido bastante; también hacen de las suyas los chanantes Carlos Areces, interpretando al típico aguafiesta de peli americana que quiere joder el baile del instituto; y un divertidísimo Joaquín Reyes que junto a más de un cameillo completan un reparto que llevan el peso de esta historia que huele a chicle y borrador de pizarra.

En fin, entré con miedo a esta película y salí con una sonrisa de oreja a oreja al llevarme una sorpresa muy agradable y fresca que me hace confíar un poquito más en este director que asoma lentamente pero con pulso firme su cabeza en el panorama cinematográfico español.

7/10