jueves, 29 de septiembre de 2011

MELANCOLÍA

Entre esta mierda como un piano:


Y la genialidad de película sobre la que voy hablar algo ha pasado en la cabeza de Lars von Trier.
Parece increíble que un tío que hace esa ida de pinza llamada Anticristo haga ahora Melancolía y vuelva a ser el mismo de siempre. Von Trier a pesar de todo es un hombre que ama el cine y ama lo que hace, en ocasiones ama tanto su trabajo y se quiere tanto a sí mismo que la caga y defiende películas como la antes citada Anticristo que son indefendibles, pero dejemos esa basura de peli y hablemos de Melancolía.
Este film se presenta ante nosotros con un prólogo jodidamente espectacular, a cámara lenta, como le gusta a Lars y con unas preciosas imágenes por donde los personajes pasean y se dejan llevar por la música hacia el fin y, sí en el prólogo va y se acaba el mundo (ups, perdón SPOILER) pero tras este prólogo marca von Trier empieza la película propiamente dicha.
El film está dividido en dos partes muy diferenciadas: la primera, la parte del personaje de Kirsten Dunst es donde todo empieza y donde Lars hace de su colega Thomas Vintenberg y nos presenta algo muy parecido a Celebración con unos personajes muy bonicos, muy bien dibujados: la hermana planificadora, el cuñado un pelín resentido, la madre hecha mierda; y luego están los no tan bien dibujados: el personaje de John Hurt es de Berlanga en su última época (París-Tombuctú) y el jefe y el ayudante son personajes secundarios de Spiderman como poco, bastante flojos. Por lo demás esta primera parte, donde los personajes son los verdaderos protagonistas y el Apocalipsis poco importa es preciosa, todo está medido al milímetro en ese descontrol de fiesta y también vemos como el personaje de Dunst se va descomponiendo poco a poco hasta pasar de todo y mandarlo todo al garete.
Luego está a segunda parte: aquí es donde la película entra en materia, empieza muy bien, la historia del personaje de Dunst continua con ella muy deprimida, con su hermana (un Charlotte Gainsbourg cada vez más enorme) y la verdadera prota de esta segunda parte, cuidándola siempre. Tenemos aquí también al cuñado Kiefer Sutherland (sí, sí Jack Bauer en un film de Lars von trier) al que no le hace mucha gracia la presencia de su cuñada. Pero entonces entra el rollo apocalíptico y el film se hace la picha un lío y pierde un poco de fuelle, la trama de Dunst se diluye para dejar paso al fin del mundo, aquí Lars se explaya con escenas superguapas, con unas reacciones muy realistas de los personajes (sobre todo del de Gainsbourg) y con un apoteósico final, con la música en alto.
Precioso, sí, un tanto vacío, también.

8/10

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