Crítica "LA GRAN ESTAFA AMERICANA (AMERICAN HUSTLE)" Mucho lerele y poco lirili

Debo reconocer que llevaba meses embelesado con todo lo que iba apareciendo de esta "La gran estafa americana", embelesado con el reparto, con el director, que sin ser santo de mi devoción este David O. Russell su anterior film me ganó, con una trama que parecía interesante, en fin que todo apuntaba maneras. Me equivoqué, al menos en algunos aspectos, pero me equivoqué.

Esta película vive por y para su reparto, sin este elenco de actores la película no valdría ni para envolver pescado, porque la historia se esfuerza tanto en enrevesarse y en tratarnos un poco como a imbéciles que acabas viéndola más por ver como se lo curran los actores que por la facilona trama. Pero aquí está el truco, tal vez la trama sea facilona, que lo es y bastante, pero O. Russell es tan consciente de su limitaciones como nosotros como espectadores, él es espectador de su propia película, el tío leyó el guión y vio que sin unos actorazos eso no se sostenía, así que en lugar de enrevesar meramente, pues crea situaciones entre los personajes que resuelve muy bien, porque ante todo, y citando a un gran amigo "esta es una película de personajes ¡no va a ser de sillas!" pero lo es, O. Russell lo sabe y nosotros también lo sabemos desde la primera escena, una película que empieza con Christian Bale en modo focón, colocándose el peluquín augura algo bueno en lo que actores se refiere.

Y es que todos están de dulce, Bale, Bradley Cooper, que empieza a despuntar muy favorablemente en mi ranking privado de actores guapetes y con talento interpretando aquí a un policía que se ve metido en esta trama (de la que no pienso desvelar nada en absoluto, descubridla vosotros, que no por fácil deja de tener su encanto) por amor a ese negocio; Amy Adams, que sin ser santo de mí devoción aquí se curra un papelazo, Jeremy Reener, un héroe de acción que, tupe incluído se marca un personaje que me causa cariño y ternura; y por último me dejo a la Lawrence, sin duda la mejor actriz de los últimos años, Jennifer Lawrence, desde su primera aparición se come la pantalla, a los personajes e incluso las palomitas de la primera fila, el talento de esta chica no tiene límites, en ella todo fluye, no actúa, ella ES cada personaje y yo encantado con ello, un actriz de raza (por relamido que suene) con un talento y una fuerza sobrenatural.

Una película que me dejó un poco frío, tal vez por un hype demasiado alto, tal vez porque realmente no sea para tanto más allá de unos actores en estado de gracia y de un director que sabe domarlos y soltar correa cuando debe.

7/10