Hablar de La noche de los muertos vivientes es hablar sin duda de una de las mejores películas de la historia del cine y también es hablar de uno de los creadores más estrafalarios de la historia. Por eso, porque es #TheMotherOfAllClassics como he escrito hoy en twitter, le dedico una Retrocrítica a este film inolvidable.
Este film supuso el debut en 1968 del otrora gran director George A. Romero, posiblemente el hombre que mejor ha tratado el tema zombi en el mundo del cine. Con sus aspectos más gores y frívolos pero con esa personalidad de cine de denuncia Romero siempre ha utilizado a los zombies para agitar al sistema y eso, aunque nunca se note en demasía en sus películas es algo que está ahí y lo hace grande.
La noche de los muertos vivientes es, además de uno de los ejercicios de estilo más grande jamás parido una obra en contra del racismo que utiliza a los zombies como seres a los que odiar, como los negros en aquella época y, tiene gracia que sea un negro el que lidere a estos supervivientes en esa casa en Pittsburgh.
La película de Romero es ante todo un debut y como debut tiene esas pretensiones que a ratos sobran pero que en este caso redondean el film. Se nota que la peli está hecha con cuatro duros y con muchas ganas de hacer cine y como dijo el amigo que venía conmigo a verla: "huele a clásico" es una gran verdad porque tiene ese aire de opera prima super elaborada.
Porque esta película es un film de autor, tiene momentos de verdadera brillantez, el desarrollo de los personajes, la trama, que funciona como un crescendo de supervivencia es la madre, quizá la abuela de todo el cine de zombies que nos azota actualmente. Esta película tiene todas las claves sobre como hacer un film de zombies redondo y es que desde el principio la película hace que dejes llevar y casi sin darte cuenta estas dentro de ella, sintiendo verdadero pánico y, aunque lo he dicho alguna vez La noche de los muertos vivientes es, sin duda la única película de zombies que me ha dado miedo de verdad, porque el aire que se respira es de absoluta intranquilidad y a eso contribuye un maquillaje bastante simple pero que produce un efecto terrorífico en el espectador.
Y antes de terminar un consejo: si no la habéis visto debéis verla y si la habéis visto volver a verla pues cada vez que se revisiona un clásico como este uno descubre cosas que la hacen aún más maravillosa.
10/10