sábado, 10 de diciembre de 2011
EL GATO CON BOTAS
Cuando en 2004 Shrek 2 nos presentó al personaje del Gato con botas todos nos enamoramos de él y de la personalidad que le daba Antonio Banderas prestándole su voz y todos queríamos un spin-off suyo en lugar de tanta secuela del ogro verde que cada vez tenían menos gracia. Y al final ha llegado.
Pero no ha llegado por todo lo alto, hay que reconocer que es mejor que cualquier secuela de Shrek, que consigue que entremos en la historia del Gato con botas y otra vez la Voz del señor Banderas vuelve a ser el plato fuerte, pero no llega. Debo reconocer que tengo un problema con la animación de Dreamworks porque me parece que siempre está por terminar, es como si les faltara el tiempo para perfilar sus dibujos y no acabaran de ser redondos, aunque el personaje del gato protagonista es un verdadero logro, es precioso de ver, tiene un porte increíble y transmite valentía, pero los secundarios, tanto el personaje de Kitty Zarpas Suaves (con la voz de Salam Hayek) como el de Humpty Alexander Dumpty no son, ni de lejos tan redondos como el de Banderas.
Este spin-off nos cuenta la historia del bandolero conocido como El gato con botas que busca desesperadamente junto a su amigo Humpty Dumpty y Kitty las habichuelas mágicas que le llevarán al castillo mágico donde quiere robar la oca de los huevos de oro para hacerse rico, pero el camino será largo, lleno de enemigos, traiciones y aventuras. Esta película funciona de maravilla como película de aventuras, en ningún momento baja el ritmo y las escenas de acción, aunque no innoven en el género son atractivas de ver y las escenas entre el Gato y Kitty son realmente divertidas, igual que con su amigo el huevo Humpty. El problema de esta película no lo tiene la propia película sino la saga Shrek que nos había presentado al Gato con botas como un ser mítico y aquí, contándonos su historia nos devuelve a la realidad y vemos que es mucho más humano que lo que sabíamos de él.
Y vosotros os preguntaréis ¿y que tiene de malo este spin-off? pues que no coincide la imagen que nos vendieron en Shrek de bandolero solitario con la imagen de esta película, que aunque superdigna y entretenidísima no veo en ella al Gato con botas que esperaba.
Ligera decepción, aunque por otro lado, la película funciona como un reloj, como ya he dicho antes y resulta una sorpresa más que apetecible de cara a la Navidad.
7/10
RESTLESS
Gus van Sant ha hecho que me de cuenta de una cosa después de ver su última película y es que soy un HIJOPUTASINCORAZÓN porque su Restless no me ha parecido nada poéticia ni dulce ni lírica, lo que más bien me ha parecido es un dramonazo super prefabricado que busca la lágrima fácil a través de los topicazos más relamidos de la historia del cine.
No quiero meterme desde mi humilde blog con el gran Gus, un director que me gusta bastante aunque a veces no esté muy acertado (Psycho, Last days, la película que nos ocupa) pero que cuando está inspirado te hace una peli tipo Elephant o Will Hunting y te cagas encima.
Pero aquí no, aquí el señor van Sant ha querido seguir, salvando mucho las distancias, con su trilogía megapoética de cine lento, aunque aquí con mucho más ritmo, de cine de adolescentes para adolescentes raros que llevan gafotas y abrigos largos, películas que siempre transcurren en otoño y donde los personajes pronuncian una frase cada 3 escenas; pues eso quería hacer con Restless pero cuarenta veces más comercial y eso es lo que ha hecho.
Este fim nos cuenta la historia de un chico que se cuela en los funerales y que en uno conoce a una chica enferma terminal de cáncer y se hacen amigos y novietes y los 2 ven el fantasma de un japonés de la Segunda Guerra Mundial, ya está. Como véis poesía pura: amor, muerte, largos paseos por parques con hojas otoñales y conversaciones tipo: "pues me a mí me gustan los pájaros, pues yo soy un puto marginado", si eso es poesía que baje Dios y lo vea. Estoy un poco enfadado con esta película porque estaba tan convencido de que me iba a gustar y que iba a llorar al final, que me ha decepcionado tanto y solo he llorado de tristeza al perder 86 minutos de mi vida viendo como Gus van Sant se esfuerza una y otra vez por crear momentos tiernos a la par que indies y no lo consigue. Duele.
No es solo que lo que vemos en pantalla nos suena, sino que además lo hemos visto antes mucho mejor contado. Si algo hay que agradecer a este film es que cada día me gusta más como actua Mia Wasikowska, que tiene la difícil labor de creerse e interpretar a un personaje que está hecho de trozos de telefilms baratos y aún así salva la partida al hacer que te creas a ese personaje fuerte y luchador que es, de calle lo mejor de un más que flojo film.
Bueno, que me despido, que me voy, que me enfado y no respiro hasta que Gus van Sant haga una película que me crea de verdad y con la que llegue a conectar.
3'5/10
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