miércoles, 30 de octubre de 2013

"ESTO NO ES UNA PELÍCULA" EL CINE COMO DELITO


Cada persona tiene una opinión y da igual el lugar del mundo en el que se exprese, así debería ser en un mundo perfecto pero ni este es un mundo perfecto y dependiendo del lugar del mundo en el que te encuentres ni siquiera puedes expresar una opinión sin esperar represalias. Eso es lo que le pasó en 2010 al director de cine iraní Jafar Panahi.

El director de cine iraní Jafar Panahi fue detenido en 2010 por mostrar su apoyo durante las elecciones celebradas en aquel país al candidato Hossein Musavi opositor al regimen de los ayatolás y del actual presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, solo por ese motivo, por apoyar la revolución verde a Panahi se lo llevaron un buen día de su casa detenido ante los ojos de su mujer y su hja, solo por eso.
A Jafar Panahi le sentenciaron a 6 años de cárcel y 20 de inhabilitación para realizar cine y salir de Irán, así está el tema. A día de hoy Panahi ya ha rodado dos filmes desde el interior de su casa en los que manifiesta abiertamente su repugna al regimen de Ahmadineyad y denuncia la situación del cine iraní y quienes lo realizan, en la actual "Closed curtain" y la película que hoy nos ocupa realizada en 2010 "Esto no es una película".

Este documental, que como bien reza su título de manera irónica "no es una película" cuenta la reclusión de Panahi en su propia casa, su perplejidad ante un país que va a la deriva por un presidente y un regimen injusto para la población y la desesperación de un creador vetado al que no dejan ejercer su trabajo.
La película muestra un día en la vida de Jafar Panahi mientras esperaba la sentencia de su "delito", sentencia que tardó varios meses en llegar. El film, rodado mano a mano entre el propio Panahi y Mojtaba Mirtahmasb nos muestra en primera persona las impresiones del director sobre la situación de su país y sus divagaciones, así como la pseudolectura del último guión que escribió y no le dejaron dirigir.
El documental de este señor es casi una epopeya épica sobre la censura y la desesperación de un hombre, en un momento del documental Panahi dice: "¿Para qué hacer cine si se puede contar?" en uno de las escenas en que está representando su último guión y es hasta ese punto el que llega este hombre de impotencia.
La película termina con unos últimos y pertubadores quince minutos en los que Panahi nos mete el miedo en el cuerpo durante un extraño viaje a su libertad prohibida donde se juega el cuello.

"Esto no es una película", ya lo dice su título y tiene toda la razón, es el viaje emocional de un enamorado del cine al que solo le dicen que su amada se encuentra al otro lado de una enorme pared y solo le dan una cucharilla para romper esa pared, no es una película, es una experiencia que todos deberíamos sentir.

10/10