El cine, desde sus inicios ha sido siempre una gran fábrica de sueños y si un director, creador y anténtico showman de su tiempo contribuyó en gran medida a construir esa máquina fue Segundo de Chomón, considerado por muchos como el Melies español. Chomón fue un gran creador, un artista sin igual que supo ver, en aquel invento de los hermanos Lumiere, una gran fábrica de sueños.
La carrera de Segundo de Chomón empieza a principios de siglo XX con el cine mudo, trabajando duro en productoras de tanto renombre como Pathé o Itala Films, allí desempeñaba la labor de director de fotografía y artista de los trucajes, conocidos hoy como efectos especiales. En Francia, Chomón consigue hacerse un nombre y cuando vuelve a España, más concretamente a Barcelona continua su labor coloreando films de Melies y perfeccionando sus trucajes, los cuales puso en marcha en algunas de sus películas como La casa hechizada o Eletric hotel.
En su época catalana Chomón rueda alguno de sus más memorables films mientras se hace archiconocido con trucajes tales como el paso de manivela, que le permitía al director de fotografía variar la velocidad de los fotogramas al rodar, el uso de maquetas, los efectos pirotécinos y las sobreimpresiones que ultiliza de manera bastante reiterativa en sus películas.
Hay también una imaginería que va más allá de lo conocido, sabía combinar a la perfección los efectos especiales más avanzados con unas historias llenas de amor al cine, historias de misterio, "fantasmagorías", genero muy conocido en la época y que representaba a fantasmas que entraban y salían del escenario usando sobreimpresiones y que daban una sensación de opereta siniestra realmente brillante.
Pero también Chomón rodó hazañas heroicas como la célebre "Los heroes del sitio de Zaragoza" o cómicas como "L´hereu de Can Pruna". Rodó también varias películas sobre Barcelona y Gerona, ciudades de las que era un enamorado mientras seguía creando nuevos efectos para impactar.
Y hoy en día la vida y obra de Segundo de Chomón es conocida a lo largo y ancho del globo, como escribió Joan M. Miguet Batllori en el libreto que acompañaba a la magnífica edición de las películas de Chomón de 2010: "Segundo de Chomón es, sin duda el cineasta español más internacional del cine mudo" y tiene toda la razón ya que su obra ha sido estudiada y revisada en todo el mundo, desde ciclos de su cine en las más prestigiosas filmotecas europeas a exposiciones con fotogramas de sus films en museos del mundo entero.
En fin, sin Segundo de Chomón el cine estaría cojo, le faltaría algo, esa pizca de arte e imaginería que tanto ha marcado a directores actuales de todo el mundo. Segundo de Chomón es cine.
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