Con este thriller francés nos encontramos con un trocito de historia reciente llena de conspiraciones, mentiras, infiltrados y espías de lo más interesante. Esta parte de la historia reciente necesitaba ser retratada en la gran pantalla de la manera en que lo ha hecho Christian Carion en esta película.
Estamos frente a una gran película, ante una pequeña gran película, porque tal vez no estemos hablando de la película de espías que va a cambiar el género, estamos frente a una película de espías de las de toda la vida, pero con unos actores, una ambientación y una trama muy bien hecha.
Empezaré hablando de la ambientación, estamos en los 80 eso nos queda claro desde el principio, todo esta ambientado de maravilla y en cuanto a la diferencia entre Rusia y Francia pues la verdad es que no se diferencian mucho, solo que en una no hay cassetes de Queen y en el otro sí. La trama es enrevesada como ella sola, estamos hablando de espías, que nadie se espere una historia de peli de Disney, aquí todos engañan a todos y no te puedes fiar de nadie por eso ha de ser enrevesado; aunque el punto fuerte del film no tenga nada que ver con derrocar el comunismo ni nada por el estilo, el punto fuerte son esos dos espías que destapan el gran complot y sus vidas se hunden en la miseria, aquí el espionaje no sale muy bien parado, los espías de esta película están muy jodidos por la labor que les han encomendado. Y paa rematar unos protagonistas de lujo, Guillaume Canet y Emir Kusturica que, como buenos directores que son ayudan con sus inmensas interpretaciones a que sus personajes den un ritmo al film y dan mucha veracidad a la amistad inquebrantable que se forja entre ellos.
En fin, una película de esas que los entendidos llaman "adultas" pero que los demás llamamos grandes.
8'5/10
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