lunes, 31 de octubre de 2011

DE MAYOR QUIERO SER SOLDADO

En ocasiones uno siente verdadera vergüenza viendo según que películas, este es uno de esos casos.
Esta película es probablemente la obra más jodidamente demagógica e insultante que se ha estrenado en mucho tiempo, si de verdad te dejas llevar por lo que el film te quiere vender cada segundo llegarás a odiar la televisión y todo lo que la rodea, porque según la película la televisión es el demonio y todo lo que sale de ella es pura mierda, gran escena cuando Alex, el niño protagonista enciende el televisor que le han comprado para su cuarto y sonríe viendo violencia, guerras y explosiones, jajaja, no sabes si llorar o reír ante semejante vendida de moto.
La historia, porque es digna de ser contada, habla de Alex, un niño de 10 años que quiere ser astronauta y tiene un amigo imaginario que es astronauta (y que tiene toda la cara de David Thewlis con la barbillaca de Jason Bateman), el pobre niño se siente marginado cuando nacen sus hermanos y les pide a sus papis una tele para su cuarto, su padre, que es el mojigato más grande de la historia del cine le compra una tele y el niño pues se la pone y ya no quiere ser astronauta porque quiere ser soldado y el amigo imaginario ya no es astronauta, es soldado y se vuelve muy violento y escupe y se mea en los zapatos de una profesora y coge un mal camino porque la tele le ha obligado a eso (¿¿¿¿¿??????).
Es lamentable que a día de hoy se sigan haciendo pelis de este tipo en el que te quieren inculcar tanto una idea en la cabeza que lo demás no importa ¿que la película no tiene ni pies ni cabeza? da igual ¿que los personajes no están nada perfilados porque solo responden al mensaje de odiar la tele? da igual, todo da igual para que te entre en el cerebro el mensajito de marras de que la tele es muuuuuy mala.
Luego pasa por ahí Danny Glover que, definitivamente es "too old for this stuff" dando discursitos sobre lo mala que es la violencia y Robert Englund (Willy en V y FREDDY KRUEGER, siempre será Dios) que va más puesto que Jeremy Irons en Margin call (y eso es mucho decir) pidiendo mano dura a los padres del niño, interpretando a un psicólogo que está más sobreactuado que todas las cosas.
La película además viene promovida por el defensor del menor que la ve superadecuada cuando no es más que demagogia barata y ridícula. Si tenéis hijos que no la vean y si se la van a poner en el colegio que no vayan ese día, yo os firmo el justificante jeje.

3/10

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