"Y con ella llegó el desastre" así debía rezar una acertada frase promocional sobre este film que se empeñó en destrozar el mito de Parque Jurásico reduciéndolo a un mero telefilm. Pero no lo consiguió.
El dinero llama al dinero y eso debió pensar la Universal cuando les llegó el guión de Jurassic Park, les hubiera dado igual recibir una hoja en blanco como guión, hubiesen firmado igualmente. La historia, unos padres que reclaman al arqueólogo Alan Grant para volver a la isla de la segunda entrega para encontrar a su hijo, huele a jugarreta a la desesperada por seguir estirando el mundillo de los dinosaurios. Pero el tema murió y la película no cuajó por varias razones. La primera sería que el film llegó demasiado tarde, a nadie le importaban ya los dinosaurios, al menos no tanto como cuando se estrenó El mundo perdido que, aunque hubieran pasado cuatro años desde el film original la sombra de Parque Jurásico era demasiado alargada para olvidarla. Pero en esta secuela, casi diez años despues de la primera, ya a nadie llama la atención unos dinosaurios hechos por ordenador persiguiendo a humanos, ya había demasiado de eso.
Otra razón sería un guión tan flojo e irrisorio que a nadie interesó como para tomárselo en serio. Los personajes sin carisma, inclusive el Alan Grant de Sam Neill, las escenas de acción sosísimas y ya en aquel momento mil veces vistas y una torpe dirección del a ratos interesante Joe Johnston (Capitán América o Jumanji) hundieron el barco de los dinosaurios.
Y es que Jurassic park 3 no engañó a nadie, nació como un producto para vender palomitas de manera indiscriminada y así falleció, ni siquiera William H. Macy, que lo levanta todo, por mal que suene esa frase, pudo con un personaje vacío y una trama, su matrimonio roto con el personaje de Tea Leoni, absurda y ñoña hasta decir basta.
Jurassic Park 3 fue un error, por eso Spielberg pasó de ella y por eso la gente también lo hizo. En la memoria de la gente esta tercera entrega se recuerda más como un telefilme digno de Antena 3 que de un film de la Universal de los de toda la vida.
Esta saga merecía mucho más que unas secuelas tan flojas y sobre todo una tercera parte tan indigna, un film muy insuficiente vacío de cualquier interés.
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