La Retrocrítica de hoy es bastante especial, no solo porque el film del que voy hablar es una verdadera obra maestra sino porque el personaje en el que se basa el film, el político italiano Giulio Andreotti ha fallecido hoy mismo y que mejor que rendirle "homenaje" que habla sobre los trapos sucios de este "señor".
Il divo es grande por muchas cosas, por la dirección que evoca el surrealismo italiano en algunos momentos y el relato político en otros de Paolo Sorrentino; la interpretación perfecta de Toni Servillo y una dirección de fotografía espectacular. Todo ello al servicio del que posiblemente sea el biopic más alejado de este término de la historia.
El film nos habla de cuando a principios de los años noventa a Andreotti se le juzgó por presuntas relaciones con la mafia y como se le dejó en libertad por falta de pruebas. La película, aunque pausada va como un tiro y es en la presentación del personaje de Andreotti donde el film se explaya agusto. La historia empieza con el nombramiento, por séptima vez del protagonista como presidente del gobierno italiano; nos muestra su personalidad desde dentro, la relación con los suyos y con los enémigos. En fin, un relato político en toda regla. Pero es sobre la mitad del film cuando el relato mafioso hace aparición en escena y la película crece en todo, en estilo, la fotografía y la banda sonora se tornan mucho más oscuras; en las reacciones de los personajes y en la aparición de secundarios mafiosos que alejan al film del toque solemne de la primera mitad para convertir a Andreotti casi en camorrista.
Y es que al film no se le puede reprochar nada ya que lo da todo y te deja estasiado al final. La dirección de Sorrentino, muy similar en su lentitud a su anterior joyita Las consecuencias del amor, nos mete de lleno en la historia y casi puedes oler los escenarios. Los momentos de surrealismo, planos hermosisímos por los pasillos del parlamento no ralentizan la acción sino que hacen avanzar los acontecimientos y sirve casi como nexo de unión entre los momentos claves del film.
Y es que si de algo sabe esta película y nos lo deja bien clarito es que respira cine por cada por de su piel. Il divo es un film a reivindicar, que aunque bastante conocido y no muy antiguo sí es para tomar nota de un cine político brillante.
10/10
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