El debut en la dirección de Richard Bates Jr. es una rareza única, una historia adolescente pasada de rosca, un cruce mágico entre la crítica al "american way of life" de Todd Sollondz y la bestialidad a ratos rozando lo inhumano del cine de Tom Six.
La historia de Pauline y su despertar sexual, sus preocupaciones estudiantiles y familiares y su relación con el mundo son la linea argumental de este film raro que cuenta, como nadie, en el extremo opuesto a laas comedias de instituto de Howard Hughes, una historia de frustración e iniciación llevada por un guión brillante a convertirse en una pieza de culto instantánea.
La dirección de Bates Jr. que dota de una enorme personalidad a sus escenas, unas escenas que cuando son oníricas son horribles e insanas pero que cuando nos relata la vida real de la protagonista son tensas y en ocasiones demasiado enfermas incluso para ser reales.
La interpretación de la joven AnnaLynne Mc Cord es otro de los grandes puntos fuertes del film, una interpretación descarnada, donde la joven da todo lo que sabe y lo que tiene, interpretando a esta Pauline que exige de una preparación y con tantos matices que la hacen aún más difícil de entrar en ella. Los secundarios, otro de los puntos fuertes del film, desde el magnífico John Waters o Malcom Mac Dowell, pasando por Tracy Lords o Ray Wise (el inquietante padre de Laura Palmer en Twin Peaks) que completan y crean una atmósfera realmente opresiva y extraña que ayuda en mucho a la personalidad de la protagonista, el eje central de toda esta locura, la gran Pauline, un personaje que entra a formar parte de mi galería privada de personajes terroríficos extremos.
Excisión es una película, como he dicho al principio única, una obra con la que se conecta desde el minuto uno por su morbo, por su enfermiza mirada a la realidad estadounidense desde el punto de vista más extremo y bizarro desde el que se podía examinar.
9,5/10
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