EL NIÑO DE LA BICICLETA

A esto se le llama hacer una película limpia, pura, sin didactismos baratos, sin moralinas absurdas, esto es cine ¡maldita sea!
Debo reconocer que nunca había visto ninguna película de los hermanos Dardenne y la verdad que me ha entusiasmado la manera de rodar que tienen y la manera tan directa, sin concesiones que tienen. El niño de la bicicleta nos cuenta la historia de Cyril, un niño de once años que vive en un internado, es un niño muy rebelde que vive con la obsesión de recuperar su bicicleta y con ella, posiblemente a su padre; en esta primera parte los Dardenne nos presenta al personaje de Cyril de una manera espléndida, con sus problemas, sus penas y alegrías, dura apenas 15 minutos esta parte, pero es un ejemplo de concisión inigualable. Lo que viene después es Samantha, una estupenda Cecille de France que da un brillo y una sencillez a su interpretación que la hacen muy cercana y hace que, como Cyril entables una amistad con ella que da mucha confianza; es en esta parte en la que el niño (de la bicicleta jeje, no he podido evitarlo) ve el mundo real y se da cuenta de lo que su padre quiere de él y que debe empezar una vida en casa de Samatha y es aquí donde el film corre el riesgo de convertirse en una obra didáctica de esas que ponen en las escuelas para que no te relaciones con chicos malos (según la película de esos que fuman y llevan camisetas negras sin mangas y pantalones vaqueros) porque te pueden meter en jaleos gordos, pero no va por ahí el film, aquí es donde el film se posiciona, pone los huevos sobre la mesa y dice: ¡aquí estoy yo! y todo lo que apartir de ahí viene es genial, muy tenso y muy interesante.
En la parte final es donde el film si está a un pelo de caer en lo ridículo y convertirse, esta vez sí, en un film de colegio o de correcional para niños malos pero hay vuelve otra vez la valentía y el talento de unos Dardenne más que inspirados que resuelven la situación como solo unos grandes podrían hacerlo.
Resumiendo, un film muy en la onda de Truffaut, con unos personajes muy bien dibujados, un guión que funciona como un reloj pero bastante menos didácticos y mucho menos empeñados en incidir durante ochenta minutos en los valores de la educación que aquel genio de Los 400 golpes.

9/10