El Titular: Tim Burton es un marica. Porque sí, porque lo tenía todo para volver a lo que mejor conoce, a esos mundos góticos con tramas surrealistas y divertidas envueltas de una atmósfera tenebrosa; porque ya le toca reconciliarse con su público más fiel, al que no da un film realmente Burton desde hace más de una década; porque se le nota demasiado que no se atreve, que ve al toro en la plaza y no entra a matar; porque se preocupa más en agradar a todo el mundo que en crear un mundo que de verdad aguante dos horas de film y no se derrumbe. Por todo eso y por muchas más cosas que ahora relataré, Tim Burton es un marica.
Se nota que estoy echando espuma por la boca ¿verdad? es que lo de este hombre ya es algo personal, llevo ya unos años dándole una última oportunidad y siempre me camela para que vuelva a caer y me vuelva a engañar. Aunque en esta película el chasco no ha sido completo, la verdad es que en este caso Burton sí se tira a la plaza, sí que coge las banderillas, sí que se coloca frente a este morlaco de adaptación de la serie sesentera Dark Shadows pero cuando debe atacar se esconde detrás del burladero porque no se ve lo suficientemente capacitado; es curioso el caso de este hombre que después de casi 20 y muchos años dirigiendo sea ahora, en la madurez de su cine cuando más problemas tiene para llegar a la gente.
La película, hasta los veinte minutos finales nos devuelve al Burton más fresco, con diálogos chisposos, con personajes, tanto secundarios como el potente Barnabas Collins bastantes divertidos que nos hacen reconciliarnos con el Tim de siempre y nos vuelve hacer disfrutar de un cine de calidad durante aproximadamente 75 minutos, es verdad que algún exceso hay, que alguna escena no cuadra y que la relación de Collins con los miembros de la familia tarda bastante en empezar a cuajar y eso se nota en algunas densas escenas de presentación que resultan un tanto agotadoras.
Al ver esto el bueno de Tim saca pecho y se siente orgulloso de si mismo, por un momento olvida que hizo un remake de El planeta de los simios que hundió su carrera para siempre y que, desde entonces necesita ir a Oz a buscar la magia que perdió por venderse como un animal y perder su originalidad al servicio de un blockbuster veraniego que se comió una mierda y que no gustó a nadie; ahora Tim está pletórico y fruto de esa alta autoestima el tío va y se casca un final que rompe toda el ambiente del film, ese aire de comedia setentera con escenas bastante tronchantes como la de Depp con los hippies; las tira por la borda para gustar a todos.
Entonces nos regala un final más en la onda de los films ochenteros de Ivan Reitman pero sin el dominio de aquel hombre para los tempos en la comedia y la acción. Burton se desmelena, empieza a eliminar secundarios a tuti y se marca una pelea final repleta de insensateces (mucho, pero mucho mucho ojo a como Burton da la vuelta al personaje de Chloe Moretz porque sí, porque le sale de ahí) y demuestra por enésima vez que no controla sus films, que el guión de Grahame Smith es un completo desorden y que Burton no llega, no porque no pueda, si no porque no le sale de los cojones, porque tiene miedo y hasta que no se quite ese miedo no volverá a sorprendernos de nuevo.
6/10