martes, 15 de mayo de 2012

LOS DIARIOS DEL RON


Johnny Depp ha vuelto, esta vez sin las trapos de Jack Sparrow y sin dos toneladas de maquillaje a las órdenes de Tim Burton. Esta vez Depp ha vuelto con un proyecto personal que le ha dedicado a su amigo fallecido Hunter S. Thompson autor de la novela sobre las vivencias del periodista "Bonzo" Paul Kemp que da nombre al film ¿Etílica? sí, pero no demasiado.

Los diarios del ron debía ser la película perfecta para recuperar aquel espíritu gamberro y distorsionado de la muy brillante Miedo y asco en Las Vegas (también con Depp) en Puerto Rico, pero lo que le ha salido a su director Bruce Robinson es un film con muchos frentes abiertos que no ha sabido cerrar y que intenta contarnos con más o menos acierto las historias etílicas de este tipo, el tal Kemp en mitad de un clima de revolución en mitad de esta isla caribeña durante los sesenta.


En el film hay mucho de todo, hay revolución, como he dicho antes, hay un periódico apunto de irse a la quiebra, con un más que brillante Richard Jenkins como director; hay tramas inmobiliarias, con Aaron Eckhart interpretando un personaje oscuro y sucio sacado de los mejores culebrones venezolanos y hay también en la película una historia de amor que funciona a trompicones entre Depp y Amber Heard que ejerce aquí de mujer florero a más no poder. Como os decía hay mucho de todo, muchos puntos de interés que podrían hacer de Los diarios del ron una película muy potente y que acaba desinflándose rápido cuando Robinson se empeña en meternos por los ojos cuanto bebe Depp y lo mal que le sienta. Es un film en contra del alcohol, eso está claro, pero es también un biopic un tanto edulcorado sobre un hombre que era mucho más arriesgado y aventurero de lo que sale en el film, rones aparte.


Y no es porque Johnny Depp no lo interprete a la perfección, por una vez este actor aparca sus exagerados gestos y su obsesión por la sobreactuación y nos ofrece una actuación contenida que le va que ni pintada a este Kemp descafeinado que no muestra del todo lo grande que era este tío. Funcionan también de maravilla algunos de los muchos secundarios que habitan esta película/resumen (la llamaré así porque en esencia eso es lo que es) entre ellos destacan el amigo fotógrafo de Kemp que actúa como un Pepito Grillo, una pequeña voz en su conciencia que le invita a beber en exceso pero que la mismo tiempo le avisa de los riesgos que conlleva esa "amistad" con el personaje de Eckhart; también destaca, como he dicho el gran Richard Jenkins que, aunque aquí su personaje se limite a pegar cuatro gritos y a expresar su opinión sobre la situación de la isla, como todos, está a la altura y dota de una personalidad, entre ridícula y temible a este director de periódico no muy bien dibujado pero genialmente interpretado. Pero si hay un secundario que da la talla y sobrepasa a todos los demás ese es Giovanni Ribisi, con ese aspecto "cripy" total, puesto de todo hasta las cejas es casi el vivo reflejo del propio Depp en la película de Terry Gilliam que he mencionado antes.

Pues bueno, si la peli funciona bien con estos ingredientes, unos mejores y otros un tanto agrios, en la parte final todo se va al garete y la película pierde todo su cinismo azucarado y su ambiente más o menos canalla ofreciéndonos a un Kemp mucho menos etílico, con unos principios a los que hacer justicia que no cuadran con su actitud durante el resto del film. Los secundarios desparecen de un plumazo y al final solo quedan Depp y sus dos fieles escuderos que intentan salvar el barco con escenas bastantes ridículas (el momento del brujo sobre todo) que no dan la talla y hacen que el film, en su punto álgido no llegue y no sea esa gran radiografía de una época y el señor que la marcó y acabe siendo una redacción de alumno de primero de bachillerato.

6/10