Esta crítica se podría resumir en una frase: Es el Avatar de los religiosos.
Pero si no eres muy religioso es una patraña absurda muy bien realizada, se nota que hay money money pero poco más.
La película nos cuenta la historia de André Luiz que se muere y va al purgatorio y lo pasa muy mal y luego va al cielo (que parece un escenario digital del episodio 2 de Star wars) y no entiende nada y luego le mola el cielo y la segunda guerra mundial, punto y final. Si a todo esto le añades mucha publicidad religiosa y que Dios es bondad y que te curo tocándote un puto cáncer o una mala digestión te sale esta película.
Hace unos minutos que he terminado de verla y mi cuerpo aún está asimilando semejante bizarrada, todos visten de blanco en plan ibicenco, todos molan mucho y todos sonríen siempre. Pero entrando en faena diré que cuando la película se pone a soltar su discurso religioso consigue enganchar y si eres un tío facilón incluso te convenza de que el cielo es como estar en el planeta Kamino de El ataque de los clones y que si te lo mereces pues tendrás una casa o un trabajo. Si el cielo es así de futurista me gusta pero como película no me gusta nada.
2/10